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domingo, 27 de septiembre de 2015

Siete claves para desarrollar la resiliencia en

Siete claves para desarrollar la resiliencia en los niños

Por LifeStyle | 25 Septiembre, 2015 - 17:22
Psiquiatra estadounidense Kenneth Ginsburg, especializado en medicina del adolescente, propone consejos para que los niños sepan rearmarse en situaciones adversas.
Surgido desde la ingeniería, desde hace varios años se habla mucho de resiliencia en psicología y psiquiatría. La idea principal del concepto, se refiere al desarrollo de la capacidad de sobreponerse y rearmarse ante situaciones adversas.

El psiquiatra estadounidense Kenneth Ginsburg ha desarrollado esta línea de trabajo en los niños y cómo ellos reciben de sus padres las herramientas para generar resiliencia.

Para el experto, padres acogedores constituyen la base para que los niños puedan desarrollar esta característica. Enfatiza que la clave principal es el desarrollo de un clima de afecto hacia ellos, cuya principal muestra debe darse en el primer año de vida.

En ese período se desarrolla la fase del apego en los niños, momento en el que se generan los principales lazos psicológicos entre los menores y sus padres.


Este clima se construye principalmente mostrando una presencia continua, que los menores comprendan que los padres están ahí, que cuando no los vea no pierda la confianza en que volverán, sentirse disfrutados y entender que les señalan conductas, reglas y campos de acción. Es lo que el experto llama "amor incondicional".

A esa atmósfera afectiva cercana y expresiva, Ginsburg agrega dos aspectos más: desarrollar y hacerle ver a los niños que los padres tienen altas expectativas sobre ellos, pero no en torno a acciones competitivas como buenos resultados académicos o deportivos, sino que como personas y seres humanos. Y lo otro, predicar con el ejemplo.

En torno a las expectativas, el experto señala que cuando los hijos asumen esas altas expectativas se percatan de que sus padres los creen realmente capaces de alcanzar esos objetivos. Para Ginsburg eso se llama "desarrollo sano".

"Cuando los niños sienten la confianza de sus padres en cuanto a que sean buenos seres humanos, considerados, respetuosos, honestos y generosos, se les están entregando herramientas de juicio y acción que serán importantes a la hora de generar mecanismos de defensa en momentos complejos", dice.

En cuanto al discurso y la acción como ejemplo, no hay dos opiniones: si lo que dicen los padres como consejo es que lo hacen en la realidad, las probabilidades de que los hijios sigan esa línea es muy alta.

Por eso es que los adultos deben tener conciencia de las maneras en que enfrentan las dificultades. "Los niños ven cómo reaccionan sus padres. Si después de un mal día se toma alcohol o se lee un libro, los menores tenderán a seguir esos modelos", anota Ginsburg.

De allí es que el experto sea muy claro: "Como ejemplo es mucho más fuerte la conducta que el discurso".

El pediatra especializado en medicina del adolescente fue un activo colaborador de una guía de consejos para desarrollar la resiliencia en los niños elaborada para la Academia Americana de Pediatría, conocida como “Las 7 C’s de la resiliencia”.

1. Competencia

Describe el sentimiento de ser consciente que uno puede manejar una situación de manera eficaz. Se puede ayudar a aumentar la competencia de los niños…

- Ayudándoles a centrarse en sus puntos fuertes
- Haciendo que relacionen los errores identificados con incidentes específicos
- Capacitando a los niños a tomar decisiones
- Teniendo cuidado de que el deseo de proteger a un hijo no envíe un mensaje erróneo que haga pensar al niño que no es suficientemente competente para manejar ciertas situaciones
- Reconociendo las competencias de los hermanos por separado y evitar comparaciones entre ellos

2. Confianza

La creencia de un niño en sus propias habilidades es fruto de su competencia. Se le dará confianza…

- Centrándose en el mejor de cada niño para que él/ella también pueda tener consciencia
- Expresando claramente las mejores cualidades, como la sinceridad, la integridad, la persistencia y la bondad
- Reconociéndole y valorándole las cosas bien hechas
- Alabando con honestidad sus éxitos concretos y a la vez evitar “falsas” alabanzas
- Evitando empujar al niño a tomar acciones que difícilmente podrá manejar

3. Conexión

Desarrollar estrechos lazos y vínculos con la familia y la comunidad permite crear un sólido sentimiento de seguridad que ayuda a generar fuertes valores, y por otro lado, evita desarrollar sentimientos de individualidad y egoísmo. Para ayudar a un niño a establecer una conexión con su entorno, hay que ayudarlo…

- Haciendo que se sienta seguro tan físicamente como emocionalmente
- Permitiéndole que exprese todas sus emociones para que el niño se sienta confortable en momentos difíciles
- Abordando los conflictos abiertamente dentro del núcleo familiar para solucionar los problemas
- Creando un área común en el que la familia pueda compartir tiempo (no necesariamente mirando la TV)
- Fomentando una sana relación que refuerce mensajes positivos

4. Carácter

Los niños necesitan desarrollar un sólido conjunto de valores morales para determinar lo que está bien y lo que no y demostrar una actitud afectiva hacia los demás. Para fortalecer el carácter de un hijo, hay que empezar...

- Demostrándole cómo el comportamiento de uno puede afectar a los demás
- Ayudándole a que se reconozca él/ella mismo/a como una persona afectiva
- Demostrándole la importancia de pertenecer a la comunidad
- Evitando prejuicios o estereotipos de carácter racistas o que inciten al odio

5. Contribución

Los niños necesitan darse cuenta de que el mundo es un lugar mejor para vivir sólo por el hecho de que ellos forman parte de este mundo. Entender la importancia de su contribución personal puede servir como una fuente de propósitos y motivaciones personales. Hay que enseñar a los hijos a contribuir...

- Comunicándoles que muchas personas en el mundo no tienen lo que necesitan
- Destacando la importancia de dar un servicio a terceras personas y entender el buen modelo de la generosidad
- Creando oportunidades para cada niño para que pueda contribuir de una manera específica

6. Confrontación

Aprender a hacer frente al estrés y saber gestionarlo ayudará a los hijos a estar mejor preparados para superar los retos de la vida. Hay que enseñarles a adoptar actitudes positivas para hacer frente a obstáculos...

- Guiando a los hijos a desarrollar estrategias de afrontamiento efectivas y positivas
- Dándose cuenta que decirle a un niño que pare con las malas conductas no será eficaz
- Entendiendo que la mayoría de comportamientos de riesgo en niños son reflejo de intentos de aliviar el estrés de su vida diaria
- No condenando a un hijo por las conductas negativas, y por el contrario, haciendo incrementar su sentido de arrepentimiento.

7. Control

Los niños que son conscientes de que pueden controlar las consecuencias de sus decisiones tienen más probabilidad de darse cuenta que tienen la capacidad de recuperarse más pronto. Se puede ayudar a un hijo a tener más control sobre sus actos...

- Ayudándoles a entender que los acontecimientos de la vida no son puramente al azar y que la mayoría de cosas que tienen lugar en nuestras vidas son fruto de nuestros actos y decisiones
- Aprendiendo que la disciplina se transmite a través de la enseñanza, no del castigo o del control; actuando con disciplina se les ayuda a entender qué actos producen ciertas consecuencias


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viernes, 25 de septiembre de 2015

Grandes pedagogos

Las Dos Culturas de/en la Psicología

  • Las Dos Culturas de/en la Psicología
  • The Two Cultures and Psychology´s Two Cultures
Carlos Cornejo A.

Resumen


El recurrente diagnóstico que la psicología es una ciencia en crisis puede ser analizado como la pugna entre dos concepciones de psicología: la cientificista y la comprensiva. Ambas coexisten desde los inicios de la disciplina, definiendo objetos y métodos de estudio divergentes y constituyendo hoy culturas antagónicas. El análisis historiográfico muestra que ambas culturas corresponden a una expresiónintradisciplinaria de la dicotomía de las culturas científica y humanista en la sociedad occidental. El análisis muestra también que el reconocimiento de las múltiples dimensiones implicadas en el fenómeno de estudio psicológico apela a la integración de la precisión metodológica de la cultura cientificista y de la adecuación objetal de la cultura comprensiva

Abstract


The usual affirmation that psychology is in crisis can be understood as the conflictbetween two divergent conceptions whitin the discipline: the scientificist and thecomprehensive: Both of them coexist since the very origin of the psychological science, defining different objects of knowledge as well as methods. Nowadays they constitute antagonist cultures. Historiographic analysis shows that both cultures are the intradisciplinary expression of the broader anthropological dichotomy in occidental societies between the scientific culture and the literary-humanist culture. The analysis shows in addition that recognizing the multiple dimensions involved inthe complex object studied by the psychology afford the integration of both themethodological precision of scientificist culture and the appropriated definition ofthe object of knowledge characteristic of the comprehensive culture.

Palabras clave

Dos culturas, psicología científica, psicología hermenéutica

keywords

Two cultures, scientific psychology, hermeneutic psychology 
Texto completo: PDF


DOI: 10.5354/0719-0581.2005.17432

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jueves, 24 de septiembre de 2015

Epistemologia de a educacion humanista

Epistemología de la psicología humanista

Epistemología de la psicología humanista

Epistemología de la psicología humanista

Epistemología de la psicología humanista

Epistemología (del griego: p?stμ?, conocimiento, y logía, tratado), que significa doctrina de los
fundamentos y métodos del conocimiento científico. La pregunta puntual que es necesario resolver
para darle vía libre a este tratado es: ¿cuáles son los fundamentos y cual o cuales los métodos
utilizados por la psicología humanista?

Y para poder resolver este intríngulis se hace necesario aclarar que la denominada “tercera fuerza”
(por el orden cronológico de su aparición, posterior al psicoanálisis y al conductismo) tiene como
base estructural de sus fundamentos y de sus métodos una coyuntura en el devenir de la historia
y por lo tanto en el de la ciencia misma; con esto se quiere plantear que el desarrollo, aparición y
surgimiento de este movimiento (corriente) dentro de la psicología se debe gracias a las
circunstancias que en su momento se presentaban en la sociedad, una profunda crisis al interior de
la humanidad por los últimos acontecimientos vividos que de una u otra manera tocaban a la
filosofía y a la ciencia misma.

Es pertinente aclarar que para poder darle sustentación a las bases epistemológicas de la
psicología humanista se hace estrictamente necesario retomar algunos aspectos históricos
fundamentales en el desarrollo de este discurso teórico, teniendo muy en claro las diferencias
abismales que existen entre uno y otro concepto.

Para comenzar con los planteamientos históricos es necesario remontarse hasta los siglos XVII y
XVIII, períodos fundamentales en el devenir del conocimiento humano, donde se retomaron las
ideas principales de algunos pensadores como Descartes y Hobbes para que posteriormente se
erigiera el período denominado ilustración, que estructuro sus aportes básicos en dos modelos
aparentemente “nuevos” el racionalismo (el conocimiento se obtiene por medio de la razón) y el
empirismo (el conocimiento se obtiene por medio de la experiencia). Es aquí donde se hace
necesario nombrar a ilustres personajes de la cronología científica y filosófica como fueron:
Spinoza, Leibniz y por otro lado: Locke y Hume. Es importante recalcar que durante este período
fueron muchos los nuevos descubrimientos y las tendencias a la exploración de lo desconocido, es
así como se hace relevante la figura de Isaac Newton, quien propone la ley de la gravitación
universal y se presenta un hecho histórico en el devenir del conocimiento “ la concepción clásica de
la ciencia, su origen, desarrollo, influencia en la cultura, crisis y colapso se pueden observar mejor
siguiendo la que ha sido considerada como la ciencia por excelencia y a la que todas las demás
“debían” imitar: la física. Su desarrollo triunfal comienza con Francis Bacon y Galileo, se consolida
en Newton e impera gloriosamente hasta comienzos del siglo XX, cuando entra en crisis con la
demolición de la causalidad y el determinismo .” [1] Es así como los principios de medida y
cuantificación es decir el paradigma mecanicista propuestos por Newton impregnan el desarrollo de
la ciencia y a muchos de los teóricos que en ese momento y en adelante trataron de desarrollar
sus postulados y teorías. Es así como se puede demostrar que este paradigma impregno el
desarrollo de los modelos históricos en psicología como los utilizados por Condillac en el siglo XVIII
y posteriormente por los asociacionistas ingleses Mill y Bain, los alemanes Wundt y Helmholtz.
Pavlov y sus seguidores en Rusia y Watson y sus discípulos en Norteamérica. Queda entonces de
esta manera demostrado que las teorías desarrolladas bajo estos preceptos buscaban por cualquier
forma sostener los principios anteriormente planteados, es así como se construye un paradigma
que se vuelve un determinismo y una “camisa de fuerza” para quienes son sus fieles seguidores y
no logran mirar más allá de dichos planteamientos.

Por otro lado se estaba desarrollando la visión darwiniana del hombre, una visión que plantea que
este organismo no esta dominado por fuerzas externas a él, sino que es autopropulsado, por sus
propias metas pero que también se ajusta al ambiente en el cual vive. “ Pero quien ha llegado a
ser el más exitoso de los darwinianos de este siglo (XX) es, sin duda alguna, Freud con su doctrina
psicoanalítica basada en los instintos primitivos como fuentes primarias de la motivación humana .
[2]” De esta manera se plantea el segundo paradigma determinante en la evolución de las teorías
y modelos que tratan de estudiar y abordar la vida psíquica del hombre, en este caso lo que queda
establecido y predeterminado es que la estructura humana esta comandada por fuerzas ajenas a su
voluntad.

Estas dos formas de interpretación son las que predominan en el discurso teórico de las ciencias
humanas, específicamente en los estudiosos de la “psique” humana hasta mediados del siglo XX.
Frente a estas posiciones posteriormente aparecerá una nueva propuesta, que nace como reacción
y contraposición en algunos casos frente a estas formas de interpretación, consideradas en su
momento como mecanicistas, elementaristas y reduccionistas; de esta manera la psicología
humanista va a proponer el siguiente cuestionamiento: ¿cúal es la mejor forma para abordar este
objeto de estudio que es el ser humano y todas sus dimensiones? La respuesta a este interrogante
se desarrollará más adelante.

También es fundamental para poder darle desarrollo a la epistemología de la psicología humanista
reconocer que el período histórico por el cual pasaba la sociedad humana en ese momento 
específico (mediados del siglo XX) era de crisis. Los siguientes acontecimientos marcaron hechos
sin precedentes en la vida de la especie humana: la primera guerra mundial entre 1914 – 1918, la
revolución rusa (El partido Bolchevique y la conformación de la URSS en 1922) la crisis económica
mundial en 1929, la elección del presidente norteamericano Franklin Delano Roosevelt entre 1933 –
1945 y su programa conocido como el “New Deal” (nuevo trato). La segunda guerra mundial entre
1939 – 1945, el genocidio (el exterminio de seres humanos), la utilización de las armas atómicas
en Hiroshima y Nagasaki y el cálculo de que murieron un total de 55 millones de seres humanos
en esta confrontación bélica.

Todos estos acontecimientos marcaron de una manera definitiva la historia de la especie y se dio
como resultado y consecuencia de los mismos el hecho de que en los Estados Unidos de
Norteamérica apareciera una nueva filosofía que cuenta en su interior con una nueva visión de los
seres humanos y de su realidad.

Es así como el presidente norteamericano Roosevelt, en su discurso de 1941, comparó el ser de la
nación con el del ser humano: “ Una nación, al igual que una persona, tiene un cuerpo; un cuerpo
que hay que alimentar, cubrir y albergar… Y una nación, al igual que una persona, tiene algo más
profundo, más permanente, mayor que la suma de sus partes . [3]” Todo este clima se
desarrollaba en los Estados Unidos, mientras en el mundo se vivían eventos tan importantes y
traumáticos, dio como resultado la migración de muchas personas, individuos importantes y el
desarrollo de nuevas ideas, teorías y planteamientos en este país. Es así como todos estos
acontecimientos originan la preocupación de muchos por cuestiones filosóficas consideradas
trascendentales y aparece un gran interés por la filosofía existencialista y las ideas más relevantes
de sus representantes; Kierkegaard, Heidegger, Buber, Jaspers y Sartre. También se recopilaron
ideas de las filosofías orientales como el Zen y el Tao, se encontraron los postulados de la escuela
de Berlín y la psicología de la Gestalt , se unieron a este movimiento aquellos que consideraban
que el marco teórico del psicoanálisis era exageradamente rígido como: Jung, Fromm y Perls entre
otros. Del movimiento de la psiquiatría europea se unieron Sartre y Binswanger así como
posteriormente algunos de los denominados anti-psiquiatras como Laing.

Todas estas personalidades y discursos se unieron alrededor de una nueva visión, denominada la
psicología humanista, que encuentra en Abraham Harold Maslow su más importante representante
en este momento de la historia, pero que es en realidad su trasfondo filosófico existencialista lo
que los unifica con una nueva visión metodológica donde: “lo importante son las realidades a
estudiar y los métodos se deben acomodar según las experiencias que se quieren abordar”.
“ Las corrientes filosóficas de la filosofía existencialista y de la fenomenología, si bien se desarrollan
paralelas en el tiempo, lo hicieron en principio independientemente la una de la otra . [4]”
 “Ambas corrientes se cruzan por vez primera en la persona de Heiddegger desarrollándose a partir
de allí . [5]” “ Se puede decir que en realidad todos los filósofos existencialistas son
simultáneamente fenomenólogos si bien, a la inversa, no todos los fenomenólogos son también
filósofos existencialistas . [6] “
Es así como se resuelve la pregunta planteada al principio de este tratado. Queda claro que las
bases epistemológicas de la psicología humanista son la filosofía existencialista y la fenomenología.
Es dentro de estas dos teorías donde se le da respuesta a las preguntas: 
¿cuál es el objeto de estudio?
¿cuál es el método de estudio de este nuevo enfoque psicológico?
Para responder a estas preguntas es entonces necesario citar algunos de los postulados básicos de
la filosofía existencialista y de la fenomenología. La primera consiste en un discurso teórico que
busca contemplar la existencia, explorar la vida del ser humano, profundizar en la existencia
individual de las personas y que tiene muy claro que es el ser humano el único organismo que se
preocupa y se pregunta por su propia existencia. Es de esta manera como la filosofía
existencialista busca una ruptura con el resto de las tradiciones filosóficas que la anteceden y los
siguientes son algunas de sus declaraciones y postulados centrales, desarrollados por diferentes
autores: - miedo y libertad, - elección y decisión, - responsabilidad, - condición de presente, -
estar en el mundo. La filosofía existencialista se caracteriza por un mirar al interior de la vida
humana y preguntarse por la esencia misma de los individuos, lo que busca es una reflexión y
análisis sobre la existencia y todos sus matices, como son en realidad, y todas aquellas vicisitudes
a las cuales se enfrentan los seres humano en su trasegar.
Por otro lado, esta nueva visión denominada teoría humanista, plantea que para estudiar las
experiencias humanas es necesario utilizar diferentes métodos, cada uno de los cuales debe ser fiel
a la realidad abordada. Para esto propone que se deben estudiar los seres humanos individual y
colectivamente en sus respectivos ambientes, para aproximarse y describir la autentica realidad
humana y el enfoque ecológico es el más adecuado para esto. 
También plantea que se debe
utilizar el método fenomenológico, ya que este permite abordar las realidades que solo pueden ser
captadas desde el marco interno de referencia del sujeto y al mismo tiempo este permite que estas
realidades se manifiesten por sí mismas. 

En resumen la fenomenología es el estudio de los fenómenos tal cual como son experimentados, vividos y percibidos por el hombre. Por último se propone la utilización del diálogo como método, ya que en la psicología es fundamental para poder desarrollar la relación terapéutica, el encuentro persona – persona, la relación yo – tu y este es un eje central de la psicología humanista, donde se cambian antiguos conceptos y referentes de los anteriores paradigmas. Aquí son dos existencias iguales las que se encuentran, donde sus actitudes
son fundamentales y el proceso se constituye en una experiencia de crecimiento humano y para
que esto se pueda dar, se necesita del diálogo como método.

De esta manera se abordó el planteamiento sobre la epistemología de la psicología humanista, pero
quedan abiertas múltiples preguntas como son: 
¿Cuál es la concepción de hombre de esta teoría?
¿Cuales son sus principales supuestos teóricos? 
¿Cuales son sus principales autores y conceptos? y
muchas más…

NOTAS: 

[1] MARTINEZ, Miguel. La Psicología Humanista. Fundamentación epistemológica, estructura y método. Editorial Trillas. México 1982. (Página 39)
[2] MARTINEZ, Miguel. La Psicología Humanista. Fundamentación epistemológica, estructura y método. Editorial Trillas. México 1982. (Página 68)
[3] QUITMANN, Helmut. Psicología Humanística. Conceptos fundamentales y trasfondo filosófico. Editorial Herder. Barcelona 1989. (Página 24)
[4] QUITMANN, Helmut. Psicología Humanística. Conceptos fundamentales y trasfondo filosófico. Editorial Herder. Barcelona 1989. (Página 47)
[5] Idem. Página 47
[6] Idem. Página 48

domingo, 13 de septiembre de 2015

La velocidad del cambio

La velocidad del cambio
El ritmo de transformación que hoy nos aturde, sólo se acelerará aún más

Si cotidianamente sentís que tu vida parece una película en cámara rápida y te resulta un desafío permanente mantenerte al día, no estás solo en esa sensación. Somos muchos los que nos sentimos de esa manera. Abrumados por el ritmo al que se nos ofrece nueva información, el presente se nos presenta de a momentos como una carrera imposible de ganar. Igual que quien corre veloz en una cinta sólo para estar siempre en el mismo lugar, los esfuerzos que hacemos para mantenernos actualizados apenas alcanzan para no quedar demasiado detrás de los acontecimientos.
El mundo de hoy nos inunda de datos. Según Eric Schmidt, presidente del directorio de Google, todo el conocimiento generado desde el inicio de la civilización hasta el año 2003 representa 6 exabytes de datos. Ese mismo volumen de información lo generamos hoy cada. dos días. Según un informe reciente de IBM, el 90% de toda la información existente en el mundo fue creada en los últimos dos años. Como muestra, en el minuto que te tomó leer los párrafos anteriores, más de 100 nuevas horas de video se subieron a YouTube, se cargaron algo menos de un millón de tuits, se compartieron en Facebook varios millones de posts, se mandaron decenas de millones de whatsApps y cientos de millones de correos electrónicos.
Esta sensación de dificultad para lidiar con un mundo que cambia demasiado velozmente fue descripta por primera vez por el famoso futurólogo estadounidense Alvin Toffler, quien la llamóshock del futuro. Toffler describió este fenómeno como "el estrés despedazador y la desorientación que se genera en las personas cuando se ven enfrentadas a demasiado cambio demasiado rápido". Él consideraba al shock del futuro no como un potencial riesgo distante, sino como una enfermedad real, sufrida por un gran número de gente.
Lo curioso, mirado desde nuestra perspectiva, es que Toffler acuñó este concepto en un artículo escrito en 1965. En aquel momento vivía en el planeta menos de la mitad de la gente que hoy, una fracción pequeña de la población mundial tenía televisión y teléfono fijo y, obviamente, no existía la telefonía celular ni Internet. Cuesta imaginar qué sería lo que generaba el shock del futuro en ese mundo que ahora se nos presenta como sumamente lento.
"Es difícil hacer predicciones, especialmente acerca del futuro", dijo alguna vez Niels Bohr. No obstante, me atrevo a arriesgar que el ritmo de cambio acelerado al que estamos expuestos hoy va a acelerarse mucho más aún. Igual que nos sucede hoy respecto de 1965, dentro de unos años, mirada en retrospectiva, la velocidad a la que suceden las cosas hoy nos parecerá calma. Estar a la altura de ese futuro vertiginoso será desafiante, pero la recompensa para quienes lo consigan será grande. Buena parte de nuestro éxito y satisfacción mañana se juega en entender la dinámica de estos cambios para tomar hoy las decisiones que mejor moldeen nuestro futuro. En el proceso deberemos lidiar con nuestra propia resistencia al cambio y la tendencia a la nostalgia. Parafraseando en versión libre a Charly García, "cuando el mundo tira para adelante, es mejor no estar (demasiado) atado al pasado".

Prepararnos para el futuro empieza por conocer y entender, aun de manera no técnica, los cambios científicos y tecnológicos que están ocurriendo hoy. El desafío es comprender mejor el presente para así lograr imaginar el futuro. Pero entender es sólo el inicio. Además necesitamos desarrollar nuestras habilidades y actitudes hacia el cambio. De ello dependerá que podamos tomar hoy las decisiones correctas que nos conduzcan a un mañana deseable.

jueves, 10 de septiembre de 2015

Lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma

Los cambios más significativos comienzan a producirse cuando aceptamos las cosas tal y como son; tanto la aceptación de lo que nos viene dado por la vida, como la aceptación de nosotros mismos.
En nuestras vidas cambiantes se producen muchas situaciones en las que no nos queda más remedio que aceptar las cosas tal y como nos vienen dadas, ¿Qué pasa cuando nos negamos a aceptar las cosas tal y como son?
Cuando nos resistimos a los cambios, a lo que ya no forma parte de nuestro control, que no podemos hacer nada para evitarlo porque es algo que ya ha sucedido o está sucediendo. El negarlo solo hace que caigamos en el sufrimiento.
Las circunstancias más claras donde la aceptación juega un papel fundamental son la muerte, el amor y el desamor.
¿Cómo negar la muerte, cómo negar un enamoramiento, cómo negar un desamor? – Pues sí, nos empeñamos en negar estas realidades que nada podemos hacer si se producen.
No se trata de situaciones buenas o malas, se trata de realidades que son propias del ser humano, forman parte de nuestras vidas; produzcan alegría o tristeza, la emoción y su intensidad nos indica lo significativa que es esa experiencia para nosotros.
Si no tienes fuerza para imponer tus propias condiciones a la vida, debes aceptar las que ella te ofrece.
S. Eliot

aceptar

Necesidad de entender

Nuestra tendencia hacia lo que escapa de nuestro control, es intentar darle una respuesta, conseguir una explicación que nos alivie. Necesitamos entender todo aquello que ocurre en nuestras vidas.
Nos olvidamos que todo lo que intentamos comprender, va a ser el resultado de nuestras interpretaciones y experiencia, de explicaciones a las que queramos darle un sentido para finalmente convencernos y hacernos creer que esa es nuestra realidad.
Sorprenderse, extrañarse, es comenzar a entender.
José Ortega y Gasset
Nos perdemos en la razón, en las palabras, cuando toda verdad, toda realidad está dentro de nosotros; está en lo que sentimos, está en la emoción que experimentamos.Ir hacia ese sentimiento que nuestro propio cuerpo se encarga de mostrarnos es aceptar la realidad de lo que nos ocurre.
La tendencia de ir hacia el razonamiento para explicar ciertas cuestiones como son las que tengan relación con el amor; son impedimentos y barreras que nos ponemos a nosotros mismos para no aceptar la realidad.
El entendimiento es una tabla lisa en la cual nada hay escrito.
Aristóteles

¿Qué sucede cuando no aceptamos lo que nos ocurre?

Cuando enterramos esos sentimientos a los que no queremos atender, por no quedarnos sumidos en la tristeza, o tener miedo a que nos atrapen y nos hagan demasiado daño; un daño que creemos no ser capaces de sostener y de afrontar; estamos negando nuestra vivencia, nuestra existencia.
Estamos enterrando nuestra esencia, dejamos atascadas muchas de las emociones que necesitan ser liberadas, necesitan ser vividas y experimentadas.
Cuando hacemos esto nos estamos olvidando de una parte esencial de nuestrahumanidad, no aceptando nuestras vulnerabilidades, creyendo que estamos por encima de ellas.
El cuerpo se encarga de darnos las señales pertinentes en forma de alerta para que en algún momento decidamos sacar todo aquello que tenemos estancado (rabia, tristeza, enfado, irá, etc.), al no hacerlo nuestra energía a su vez se queda estancada y como resultado aparece la enfermedad y la desconexión con nosotros mismos y nuestra felicidad.
Aceptar

Aprendiendo a aceptar

El desarrollo personal y el aprendizaje se produce cuando estamos dispuestos a aceptar nuestros sentimientos y emociones tal y como aparecen, sin pasarlos por el filtro de la razón de forma que los modifique, los reprima y los apague.
Podemos tener en cuenta que la razón va a necesitar ofrecer una explicación a lo que está sucediendo, pero al quedarnos ahí anclados estamos desviando la atención hacia lo que experimentamos.
El verdadero aprendizaje ocurre cuando estamos dispuestos a aceptar, dejándonos sentir cada una de las emociones que brotan ante cada una de las circunstancias por las que pasamos.
Es así como nos transformamos siguiendo el flujo de la vida. Puesto que todo aquello que negamos y no estamos dispuestos a aceptar nos someterá a la desvinculación con nosotros mismos, con todo lo que ello implica.
Cuando aceptamos hechos inevitables en nuestras vidas podemos sentir la tristeza con gran intensidad, pero el sentirla es precisamente lo que nos libera de ella, para seguir avanzando y dar lugar a nuevas emociones, vivencias y experiencias.
En el momento que comenzamos a aceptar lo que  nos ocurre, comenzamos a aceptarnos a nosotros mismos. Estamos preparados así para perdonar y perdonarnos, para seguir fluyendo hacia nuevas experiencias, dejando brotar la energía, dejándonos sentir vivos.
La razón no me ha enseñado nada. Todo lo que yo sé me ha sido dado por el corazón.

Leon Tolstoi

Más vale una nalgada a tiempo

Más vale una nalgada a tiempo

Más vale una nalgada a tiempo

Autora: Laura Angélica Bárcenas Pozos, datos de la autora, haz click aqui
Publicado: Lado B, 30 de abril de 2014

     Uno de los problemas más comunes que ahora enfrentan padres y profesores es el control de la disciplina para educar a niños y jóvenes. Parece que cada generación se vuelve más laxa y eso termina en que los chicos no sigan reglan, no desarrollen buenos hábitos, no respeten a nadie y empiecen a hacer lo que ellos quieren con consecuencias negativas para el resto de su vida y para la de sus padres.
En los últimos años, con los derechos de los niños y las teorías psicológicas que apoyan que los niños no sean regañados o castigados por los adultos, se han mal entendido las cosas y ha dado como consecuencia que los niños y jóvenes se salgan de control. También el hecho de que las familias hayan cambiado de manera drástica ha hecho que nadie dentro de la familia establezca los límites y la autoridad que todas las personas en formación requieren.
    En las aulas pasa más o menos lo mismo, es decir, los profesores no tienen el control en cuanto a disciplina y cuando lo hacen los muchachos los graban por audio o video-audio, y los exhiben en las redes sociales, o bien los acusan con sus padres o con las autoridades escolares quitándoles toda posibilidad de establecer ciertos límites o cierta dosis de disciplina que es necesaria para que los propósitos del aprendizaje se logren.
Un fenómeno que observo con frecuencia es que el profesor o bien los padres, no tiene el suficiente carácter y los alumnos o lo hijos empiezan a hacer lo que quieren, y como no quieren trabajar pues simplemente ignoran las instrucciones que les dan sus padres o maestros para que aprendan conocimientos, desarrollen habilidades o adopten actitudes; generando con esto que los propósitos formativos de los adultos no se cumplan y bajo estas circunstancias es muy fácil que los chicos se salgan del “redil” y empiecen a tener prácticas que ponen en riesgo su salud, su vida y su futuro. En estos casos, los padres o los profesores deberían tener un entrenamiento de estrategias para controlar la disciplina. En el caso de los maestros es una necesidad, pues si el grupo está fuera de control, no hay posibilidades de que el aprendizaje se genere.
     Sin embargo, el caso que más me preocupa es cuando uno de los padres o el profesor, tiene el control de la disciplina, establece límites, llama la atención cuando debe hacerlo, o hasta llegar a dar un manazo o una nalgada que no lastimará al pequeño, pero que puede ser muy significativa en la formación de los chicos y el otro padre, o los abuelos, o los tíos, o los padres en el caso del profesor, o el director, o la SEP, se meten quitándole toda autoridad frente a los alumnos o hijos y quitándole toda posibilidad de educar a los pequeños.
     La disciplina implica llamar la atención cuando los límites se están transgrediendo, ejercer la autoridad con un castigo cuando el límite ya ha sido trasgredido, dar un golpe “significativo” y no maltratador cuando no solo se ha cometido una falta, sino que se ha perdido el respeto y si todo esto se hace a tiempo, la formación de los niños y los adolescentes puede dar muchos mejores resultados, pues los adultos bien sabemos que vivimos en un mundo en donde hay “otros” que merecen todo nuestro respeto, pero cuando una persona decide ir por la vida pasando sobre la dignidad de cualquiera, ha decidido ser maltratador, corrupto, delincuente, egoísta, golpeador, proxeneta, violento, adictos, traficante y todo lo que aquí quiera acumularse y que se relaciona con una vida miserable.
     Padres y profesores, es decir, los adultos debemos tener bien claro que para educar a nuestros hijos y nuestros alumnos, se requiere de una buena dosis de disciplina, que les muestre a los chicos que la vida, la buena vida, requiere esfuerzos, responsabilidad, respeto, obligaciones y otras muchas cosas que forjan el carácter.
Para esto maestros y padres, además entre los padres, deberíamos trabajar en equipo, darnos mutuo crédito, hacer alianzas para trabajar juntos en la formación de nuestros hijos y para eso se requiere de un mínimo de disciplina, de normas, de respeto. Así que cuando uno de los padres llama la atención a uno de sus hijos, el otro debería respetar, aunque no esté de acuerdo; posteriormente podrán hablar como pareja a solas y decidir juntos cuál será la mejor manera de dar la dosis de disciplina requerida al pequeño.
Del mismo modo, los padres no deberían hablar mal de la pareja o expareja con los hijos, siempre hay desavenencias, pero no debemos dar elementos a los hijos para que pierdan el respeto de sus padres. Juntos deberían decidir las normas de la familia y deberían respetarlas lo más posible y cuando se falta a una norma, debe explicarse a los hijos por qué se hizo.
     Estas mismas recomendaciones doy a los padres sobre los maestros, unos no deben hablar mal de los otros delante de los niños o adolescentes y cuando uno ejerce un castigo o un regaño, el o los otros deberían respetarlo. Los profesores se quejan frecuentemente de que no cuentan con el apoyo de los padres para ejercer la disciplina en los alumnos. Mi invitación es que trabajen juntos en este aspecto, si queremos que nuestros niños y jóvenes tengan un mejor futuro, pues como dice mi mamá, “más vale una nalgada a tiempo”.
La autora es profesora de la Universidad Iberoamericana Puebla.
Este texto se encuentra en: http://circulodeescritores.blogspot.com
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martes, 8 de septiembre de 2015

Cuadernos de psicología del deporte

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8/9/2015

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Cuadernos de psicología del deporte

Año: 2015, Vol.: 15, Número: 2

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