El mito de los hemisferios del cerebro
El mito de la lateralización de las funciones cerebrales dice que las destrezas creativas se encuentran en el hemisferio derecho del cerebro, mientras que el hemisferio izquierdo se encarga de las fortalezas lógicas, analíticas y matemáticas.
Al igual que con el mito de que sólo usamos el 10% del cerebro, en este caso la evidencia también desmiente esta hipótesis. Veamos.
En tres artículos publicados respectivamente en 1985, 1987 y 1991, Terence Hines señaló que la literatura científica contradecía estas afirmaciones y que no se encontraron evidencias de que estimular el hemisferio correspondiente incrementara, por ejemplo, la creatividad de alguna manera.
Por supuesto, la literatura científica ha ido in crescendo desde entonces, dándole la razón a Hines.
En el 2004, Harnam Singh y Michael O'Boyle publicaron su estudio, Interhemispheric interaction during global-local processing in mathematically gifted adolescents, average-ability youth, and college students, en Neuropsychology. Sus resultados sugieren que las personas matematicamente dotadas no muestran "diferencias hemisféricas" y que "una mejor interacción interhemisférica es una característica única funcional del cerebro matematicamente dotado".
En el 2010, Dietrich y Kanso hicieron una revisión de estudios con neuroimágenes, EEGs y ERPs, sobre creatividad y perspicacia, cuyos resultados "cuestionan la utilidad del constructo de pensamiento divergente en la búsqueda de las bases neuronales de la creatividad" y llegan a la conclusión de que "el pensamiento creativo no parece depender críticamente de cualquier proceso mental único o región del cerebro, y no está especialmente asociado con cerebros diestros, la atención desenfocada, la baja excitación, o la sincronización alfa, como a veces se ha sugerido".
Como si la cuestión no hubiera sido zanjada ya, a principios del 2012, la invvestigadora de la Universidad del Sur de California Lisa Aziz-Zadeh y publicaron un artículo, Exploring the Neural Correlates of Visual Creativity, en el Social Cognitive and Affective Neuroscience, que explora los correlatos neurales de la creatividad visual, utilizando resonancias magnéticas funcionales (fMRI):
Pues lo dicho, que la lateralización es un mito de la psicología pop, pseudociencia. Entre otros, se le ha atribuido ser el motivo por el que algunos ven la silueta de la bailarina girar a la derecha y otros a la izquierda.
Por si se lo están preguntando, esto puede ser explicado por la representación cerebral de un objeto ambiguo.
Al igual que con el mito de que sólo usamos el 10% del cerebro, en este caso la evidencia también desmiente esta hipótesis. Veamos.
En tres artículos publicados respectivamente en 1985, 1987 y 1991, Terence Hines señaló que la literatura científica contradecía estas afirmaciones y que no se encontraron evidencias de que estimular el hemisferio correspondiente incrementara, por ejemplo, la creatividad de alguna manera.
Por supuesto, la literatura científica ha ido in crescendo desde entonces, dándole la razón a Hines.
En el 2004, Harnam Singh y Michael O'Boyle publicaron su estudio, Interhemispheric interaction during global-local processing in mathematically gifted adolescents, average-ability youth, and college students, en Neuropsychology. Sus resultados sugieren que las personas matematicamente dotadas no muestran "diferencias hemisféricas" y que "una mejor interacción interhemisférica es una característica única funcional del cerebro matematicamente dotado".
En el 2010, Dietrich y Kanso hicieron una revisión de estudios con neuroimágenes, EEGs y ERPs, sobre creatividad y perspicacia, cuyos resultados "cuestionan la utilidad del constructo de pensamiento divergente en la búsqueda de las bases neuronales de la creatividad" y llegan a la conclusión de que "el pensamiento creativo no parece depender críticamente de cualquier proceso mental único o región del cerebro, y no está especialmente asociado con cerebros diestros, la atención desenfocada, la baja excitación, o la sincronización alfa, como a veces se ha sugerido".
Como si la cuestión no hubiera sido zanjada ya, a principios del 2012, la invvestigadora de la Universidad del Sur de California Lisa Aziz-Zadeh y publicaron un artículo, Exploring the Neural Correlates of Visual Creativity, en el Social Cognitive and Affective Neuroscience, que explora los correlatos neurales de la creatividad visual, utilizando resonancias magnéticas funcionales (fMRI):
Aunque la creatividad ha sido llamado el más importante de todos los recursos humanos, su base neural todavía no está clara. En el presente estudio utilizamos resonancias magnéticas funcionales para medir la actividad neural en los participantes para resolver un problema de creatividad visual-espacial que involucra el pensamiento divergente y ha sido considerado como una tarea canónica del hemisferio derecho. La hipotesis dice que tanto la tarea de creatividad visual y la tarea de control en comparación con el resto activan una variedad de áreas incluyendo la corteza parietal posterior bilateral y las regiones motoras, que se sabe que están implicados en la rotación visoespacial del objeto. Sin embargo, la comparación directa de las dos tareas indicó que la tarea creativa activa regiones del hemisferio izquierdo con más fuerza, incluyendo el córtex parietal posterior, la corteza premotora, la corteza prefrontal dorsolateral (córtex prefrontal dorsolateral), y la medial PFC. Estos resultados demuestran que, incluso en una tarea que está especializada en el hemisferio derecho, la actividad paralela sólida en el hemisferio izquierdo soporta el procesamiento creativo.
Pues lo dicho, que la lateralización es un mito de la psicología pop, pseudociencia. Entre otros, se le ha atribuido ser el motivo por el que algunos ven la silueta de la bailarina girar a la derecha y otros a la izquierda.
Por si se lo están preguntando, esto puede ser explicado por la representación cerebral de un objeto ambiguo.