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lunes, 14 de octubre de 2019

Científicos logran por vez primera relacionar la paramnesia con diversas estructuras encefálicas

Un estudio revela el origen neurológico del déjà-vu
Fotograma de la película Déjà-vu, que en 2006 protagonizó Denzel Washington y que está inspirada en el fenómeno de la paramnesia.
Fotograma de la película Déjà-vu, que en 2006 protagonizó Denzel Washington y que está inspirada en el fenómeno de la paramnesia.

Científicos logran por vez primera relacionar la paramnesia con diversas estructuras encefálicas


Investigadores de la República Checa y el Reino Unido han descubierto que existe una relación entre la paramnesia o déjà-vu (experiencia de sentir que se ha sido testigo o se ha experimentado previamente una situación nueva) y diversas estructuras encefálicas. El hallazgo confirmaría que este fenómeno tiene un origen neurológico, algo que ningún estudio previo había logrado demostrar. CORDIS/T21.


Un estudio sin precedentes ha permitido que investigadores de República Checa y Reino Unido descubran una relación entre la paramnesia o déjà-vu y diversas estructuras encefálicas, lo que confirma el origen neurológico de este fenómeno.

Hasta ahora, ninguno de los estudios dedicados a desentrañar el déjà-vu en individuos sanos había logrado dar con indicios convincentes. El trabajo se publicó en la revista Cortex y recibió fondos de la Unión Europea.

El déjà vu (en francés, "ya visto") o paramnesia es la experiencia de sentir que se ha sido testigo o se ha experimentado previamente una situación nueva.

Este término fue acuñado por el investigador psíquico francés Émile Boirac (1851-1917) en su libro L'Avenir des sciences psychiques ("El futuro de las ciencias psíquicas"), basado en un ensayo que escribió mientras estudiaba en la Universidad de Chicago.

Dirigidos por el CEITEC (Instituto centroeuropeo de tecnología) y la Facultad de Medicina de la Universidad de Masaryk (en la República Checa), los investigadores encargados del estudio descubrieron que en la paramnesia influyen ciertas estructuras encefálicas.


Momento del estudio. Fuente: CEITEC.
Momento del estudio. Fuente: CEITEC.
La clave estaría en el tamaño de los lóbulos temporales

Los descubrimientos obtenidos muestran que el tamaño de estas estructuras es apreciablemente menor en el encéfalo de las personas que experimentan paramnesia que en las que no la habían experimentado nunca.

El equipo del CEITEC, junto a colaboradores de distintos institutos científicos de Brno, así como de la Universidad de Exeter (en el Reino Unido), lograron obtener una plétora de información sobre este fenómeno, que hasta ahora carecía de explicación.

El equipo observó que unas estructuras pequeñas de los lóbulos temporales medios del encéfalo, en los que se originan la memoria y los recuerdos, eran considerablemente más pequeños en personas que habían experimentado paramnesia que en los que no la habían experimentado.

Sus hallazgos también indican que, cuanto mayor era la frecuencia a la que los sujetos sometidos a estudio experimentaban paramnesias, menores eran estas estructuras encefálicas.

"Ciento trece sujetos sanos se sometieron a un examen estructural del encéfalo mediante resonancia magnética y a continuación mediante un método nuevo y sensible de análisis automático de la morfología encefálica (morfometría basada en fuentes), y se comparó el tamaño de regiones concretas del encéfalo entre aquellos que nunca habían experimentado una paramnesia y los que sí la habían experimentado", explicó Milan Brázdil del CEITEC, autor principal del estudio.

"Ambos grupos eran muy similares, a excepción de la presencia del fenómeno estudiado. Cuando estimulamos el hipocampo podemos inducir paramnesias en pacientes con afecciones neurológicas. Al descubrir las diferencias estructurales del hipocampo entre individuos sanos que han experimentado paramnesia y otros que no, hemos probado sin lugar a dudas su relación directa con estas estructuras encefálicas. Consideramos que probablemente sea un "error del sistema" provocado por una excitabilidad superior de los hipocampos. Se produce a consecuencia de cambios en las regiones más sensibles del encéfalo que probablemente se produjeron durante el desarrollo del sistema neuronal", añade Brázdil.

Expertos en la materia afirman que la paramnesia es un fenómeno fascinante y muy común. Entre el 60 % y el 80 % de los individuos sanos la han experimentado en alguna ocasión. El CEITEC continuará investigando al respecto con el apoyo financiero de la UE.

jueves, 3 de octubre de 2019

Por qué los déjà vu son la muestra de que tu mente está sana



Por qué los déjà vu son la muestra de que tu mente está sana



Lo primero que llega es el vértigo. Una sensación de inestabilidad que sacude al cuerpo y lo deja en estado de falsa levitación. Es un instante etéreo de desconcierto físico; un mecanismo que se activa en el cerebro y produce extrañeza total. Cuando pasa, viene el recuerdo. Y con él, el escalofrío, porque eso que acaba de pasar es sospechosamente familiar. Es algo que ya pasó. ¿Pasó? Sí, o creemos que pasó. La mente, tramposa, nos dice que eso que acabamos de ver/escuchar/sentir ya sucedió en algún momento de nuestra vida. Es un vistazo a algo conocido, una frase que escuchamos y que por alguna razón ya sabíamos que la íbamos a escuchar en ese momento, en ese lugar. Es un vaso que se rompe y que ya sabíamos que se iba a romper. Una ventana que se cierra y que estábamos esperando que se cerrara. Caemos en la cuenta, en ese momento, de que ya sabíamos...

Este artículo lo puede ver en este link: Por qué los déjà vu son la muestra de que tu mente está sana

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viernes, 20 de septiembre de 2019

Epistemología y Ontología: un debate necesario para la Psicología hoy

Epistemología y Ontología: un debate necesario para la Psicología hoy
Epistemology and Ontology: a necessary debate for Psychology today

* Artículo de investigación documental. **  Correspondencia: Fernando González Rey, profesor investigador Centro Universitario de Brasilia, Brasil. Correo electrónico: gonzalezrey@terra.com.br.
Fernando González Rey Centro Universitario de Brasilia, Brasil


Resumen
En este artículo se discute el desarrollo de los aspectos ontológicos y epistemológicos del psicoanálisis, la psicología empírica apoyada en el comportamiento y la psicología soviética, que constituyeron tres representaciones ontológicas diferentes sobre la psique. Cada una de esas representaciones tuvo implicaciones epistemológicas y metodológicas diferentes. Especial atención se da a la psicología soviética, la cual, hasta hoy, continúa siendo bastante poco conocida en la psicología occidental. Esa psicología, tanto por las condiciones históricas en que emergió, como por las influencias filosóficas y culturales que recibió, tuvo importantes diferencias con los enfoques psicológicos más conocidos de aquel tiempo. A partir de ese marco, el autor presenta su propuesta de subjetividad en una perspectiva histórico-cultural, discutiendo las exigencias epistemológicas y metodológicas que la redefinición de ese término implica desde esta aproximación teórica.
Palabras clave: epistemología, subjetividad, ontología, teoría.

Summary
In this paper is discussed the development of the ontological and epistemological questions related to psychoanalysis, the empirical psychology supported on behavior and the soviet psychology. These approaches implied three different ontological representations on psyche. Each of those ontological representations was involved with different epistemological and methodological consequences. A special attention is given in the discussion to soviet psychology, an approach that up to now remains little known in the western psychology. Soviet psychology, either by the historical conditions of its emergence, or by received cultural and philosophical influences, had important differences with the more known psychological approaches in that time. Started from historical cultural approach, the author introduces the topic of the subjectivity from a cultural – historical standpoint, as a new ontological proposal. It is also discussed the epistemological and methodological demands resulted from the study of the subjectivity in this theoretical approach.
Key words: epistemology, subjectivity, ontology, theory.

Introducción 

La psicología históricamente se preocupó poco de la discusión epistemológica, así como de la discusión de lo que entendía por psique. Un aspecto que influyó en esa tendencia fue la separación intencional que durante mucho tiempo fue asumida por la psicología en relación con la filosofía y con otras ciencias sociales. La idea de disciplina, apoyada en el concepto de objeto propuesto por Durkheim, fue asumida como un verdadero dogma por las diferentes tendencias de la psicología moderna, la que, con pocas excepciones, definió su objeto en procesos del individuo susceptibles de leyes propias, ya sea a nivel intrapsíquico o comportamental. De esas tendencias emergieron dos de las teorías más significativas del desarrollo de la psicología; el behaviorismo y el psicoanálisis.
La ausencia de discusión sobre las cuestiones epistemológicas llevó a la psicología a una definición positivista de ciencia, con sus consecuencias en términos de una comprensión del saber objetiva, instrumental y a-teóricamente, lo que se evidenció en el carácter experimental y cuantitativo de su metodología dominante. De hecho, algunas de las tendencias más importantes del saber psicológico quedaron excluidas de la definición de ciencia, por no adaptarse a los cánones de cientificidad definidos por el positivismo.

La emergencia de la discusión posmoderna en la filosofía y en el resto de las ciencias sociales, acentúo el énfasis de las cuestiones epistemológicas al interior de la psicología. De una forma u otra, los nuevos focos de discusión que se extendieron con una fuerza y rapidez inéditas al campo de las ciencias sociales en general, produjeron un rechazo al positivismo: ¡Nadie quería ser positivista!
Sin embargo, los acuciantes temas que la discusión posmoderna trajo al campo de la psicología, sólo fueron abiertamente discutidos en sus implicaciones para esta área por un número reducido de autores, a pesar de lo cual dichas discusiones tuvieron un fuerte impacto. Las nuevas tendencias teóricas que asumían de forma explícita las posiciones posmodernas, como el construccionismo social y las diferentes versiones de constructivismo pos piagetano, tuvieron un fuerte impacto en la agenda crítica que aceleradamente invadió la psicología desde finales de la década de los años setenta del siglo XX. Esa agenda crítica se extendió prácticamente a todas las áreas de la psicología; sin embargo, muchas de las publicaciones más relevantes de la psicología y de las instituciones de su enseñanza, parecen no haberse enterado de dichos eventos.

Los “nuevos aires” en el pensamiento psicológico irrumpieron con tal fuerza el escenario de la psicología que, en algunos casos, proclamaron el fin de la epistemología, la obsolescencia de la ontología y la muerte del sujeto y de la historia, actuando en esa crítica como si esos conceptos tuvieran un valor intrínseco en sí mismos, y no fueran parte de sistemas teóricos dentro de los cuales asumen su significado. La crítica radicalmente antimetafísica definía metafísicamente su propio objeto de crítica. Los psicólogos que nunca habían discutido activamente las cuestiones epistemológicas y ontológicas de la psicología, de pronto aparecían excluyéndolas de sus agendas por su carácter metafísico. El nuevo pensamiento, que se orientaba contra el dogma, aparecía como dogma, acompañado del peligro que toda “moda dominante” trae, la banalización, la superficialidad y la repetición mimética de afirmaciones generales, más como ritual de la moda, que como necesidad real de la construcción del conocimiento.

En este artículo, por consiguiente, pretendo discutir las dos cuestiones anunciadas en el título y fundamentar la importancia que les veo para el desarrollo actual de la psicología. Unido a esto haré explícitas mis posiciones a partir de mi propuesta sobre la subjetividad en un marco histórico-cultural. 

El desarrollo epistemológico  y las diferentes ontologías  de la psicología

Las diferentes tendencias del pensamiento psicológico moderno discutieron poco las implicaciones epistemológicas asociadas con sus formas particulares de producción de conocimiento, así como sus definiciones de psique. El behaviorismo, de manera general, se presentó como la tendencia científica de la psicología moderna apoyada en su carácter experimental y otorgó como lugar central la demostración empírica como criterio de legitimidad del saber producido. Esa orientación epistemológica se adecuó perfectamente a la definición del comportamiento como objeto de estudio de la psicología. 

El modelo hipotético deductivo no se desarrolló sólo desde una perspectiva experimental, sino
también, desde una perspectiva centrada en la medición apoyada en cuestionarios, tests, y otros instrumentos susceptibles a la cuantificación de sus resultados. Al igual que la orientación experimental, esa orientación cuantitativa apoyada en instrumentos de medición, se apoyó en una representación empírica de ciencia basada en la producción de datos. Los datos encontraban su significado en términos de los instrumentos que los medían y de las estadísticas que los correlacionaban. Con la estadística, el principio de la inducción asumía sofisticadas formas de expresión en la psicología. 

La psicología que se apoyó en el positivismo, buscó en la evidencia (ya fuera inmediata y fáctica en el experimento, o mediata a través de la estadística), el criterio fundamental de legitimidad científica y de objetividad. La demostración y los resultados cuantificados pasaron a ser el criterio de cientificidad del conocimiento y aparecieron como garantía de la objetividad del conocimiento. La definición de lo empírico apareció como contraposición a lo teórico y abrió una falsa división entre ciencia y filosofía; la ciencia se definía como saber objetivo instrumental y la filosofía como saber teórico – especulativo. 

La mayor parte de la investigación desarrollada con esa orientación instrumental cuantitativa se apoyaba en una ontología comportamental; tanto el behaviorismo, como las investigaciones empíricas con muestras grandes, apoyadas en la medición de variables, no reconocían ninguna especificidad en las variables que usaban; todas estaban referidas al comportamiento. No existía discusión teórica sobre la naturaleza de los procesos medidos; se media con base en definiciones operacionales. Esa forma de producir conocimiento dejaba fuera todas las cuestiones que no se adecuaran a ese modelo de trabajo metodológico, excluyéndose del quehacer científico el papel de las ideas y de las teorías en la producción del conocimiento. 

La pregunta sobre qué estudiar es fundamental y en su respuesta está contenida la dimensión ontológica del conocimiento. Todo problema a ser estudiado representa una construcción teórica, por lo que, en ningún caso, podría verse como una evidencia empírica. Esta cuestión tan simple es todavía hoy motivo de discusión entre los psicólogos, pues el concepto de ciencia empírica se acompañó de la ilusión al representar en lo empírico la expresión directa de la realidad, independiente de las representaciones del investigador. Los límites que ya Kant había definido a la razón en el conocimiento resultaban totalmente ignorados. Por detrás de esta ilusión los conceptos no aparecían como construcciones intelectuales, sino como el significado de los datos. Los conceptos se naturalizaban como realidades. 

La idea de definición operacional obligaba a transformar lo psíquico en dimensiones concretas. La timidez aparecía como conjunto de comportamientos universales asociados a esa categoría, ante lo cual cabe preguntarse, ¿será que el tímido no puede expresarse a través de comportamientos diferentes?, ¿será que un atributo psíquico se sustancializa en comportamientos concretos? Esta discusión realmente no se realizaba, pues era algo asumido por quienes compartían ese marco teórico; la evidencia comportamental es el único elemento objetivo para estudiar la psique.
Freud, a diferencia de la tendencia instrumentalinductiva de base comportamental, se orientó por otra estrategia metodológica. Al definir la génesis universal del inconsciente y la personalidad intrapsíquica, Freud entró en contradicción con los recursos epistemológicos de que disponía para generar evidencias sobre ese carácter universal. Al hacer eso extrapoló el valor heurístico de su teoría, intentando explicar todas las dinámicas de la psique a partir de una misma génesis. 

La interpretación apareció como necesidad del estudio del inconsciente, pero su forma de uso (más que una expresión hermenéutica), pasó a ser un camino de descubrimiento de los procesos más profundos de la psique. Para Freud el objeto del psicoanálisis fue el inconsciente, su dinámica y sus procesos, pero nunca definió la naturaleza cualitativa diferenciada de esos procesos. Al asumir que el inconsciente se organizaba sobre la base de tendencias reprimidas cargadas de libido -de hecho- Freud lo definió en términos fisicalistas, como energía. Esa representación estuvo
estrechamente asociada con la reificación de la sexualidad como base de toda la motivación humana; el deseo sexual, en su obra, aparece como desdoblamiento de una pulsión biológicamente definida. Sobre la base del deseo es que se definen las fuerzas y conflictos sobre las que se organiza la personalidad intrapsíquica, que Freud definió como segunda tópica; la energía asociada a un deseo universal fue la base dinámica del inconsciente. 

En Freud no aparece una definición ontológica diferenciada del deseo en relación con la pulsión; aquel es un desdoblamiento de la pulsión. Su representación de psique se mantuvo apoyada por un referente objetivo; el deseo no cambia su naturaleza, permanece de forma universal asociado a la sexualidad. Esa forma de pensar el deseo lo define sobre una base objetiva: lo subjetivo sólo aparece en las formas de expresión y satisfacción del deseo, pero no en el deseo mismo. Es por esta razón que no podemos afirmar que Freud introdujera una nueva definición ontológica sobre la psique: la psique, en su génesis y desarrollo, continúa siendo una expresión de un deseo universal de base orgánica.
La subjetividad es una definición ontológica, no una referencia a una condición particular de un proceso psíquico, como pueden ser su carácter intrapsíquico, íntimo, inconsciente, etc. Al asumir el inconsciente como su objeto de interés, Freud creó una realidad que se organiza más allá del comportamiento y que no aparece de forma directa en él, siendo sus vías de acceso indirectas por definición: síntomas, sueños y actos fallidos. Ante su definición de inconsciente Freud creó un método de trabajo con principios epistemológicos implícitos que representaron una alternativa a la orientación cuantitativa-experimental.

Frente a estas consideraciones ¿qué aspectos epistemológicos diferencian la aproximación psicoanalítica y qué consecuencias tuvieron para el desarrollo de la psicología? Creo que las implicaciones epistemológicas del psicoanálisis pasaron desapercibidas para el propio Freud y para la mayoría de los psicoanalistas, para quienes, debido, en parte, al propio clima epistemológico de la ...

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viernes, 16 de agosto de 2019

Inteligencia Intuitiva … y eso ¿qué es?

Inteligencia Intuitiva … y eso ¿qué es?


BaritaLa Inteligencia Intuitiva no es una nueva definición de la inteligencia, ni es una medida de la inteligencia, es más bien una forma de entender y hacer algo siendo conscientes de la información que ya tenemos y la forma en como utilizamos esa información para ayudar a alcanzar nuestros objetivos y metas personales. En el mundo de los negocios La Inteligencia Intuitiva tiene cuatro principios fundamentales que pueden ayudar a dar forma a un enfoque empresarial centrado en la innovación para impulsar el crecimiento sostenible y poder superar los retos específicos de el nuevo modelo de nuestra economía.
Estos cuatro principios son:
1. Reflexionar de manera holística: esto significa la capacidad de conceptualizar y concentrarse en el valor de 360 ° y no exclusivamente en el beneficio
2. Pensar Paradójicamente: que se refiere a la capacidad de comprender y aceptar que la ruta más eficiente a uno de los objetivos puede no ser lineal y puede aparecer completamente ilógico ( sobretodo para los que somos de ciencias exactas o los científicos, esto puede resultar un verdadero reto)
3. Escuchar proactiva y activamente ( escuchar entre líneas) : Que es concretamente la capacidad de darse cuenta de lo inusual o lo irracional, al mismo tiempo que escuchar con un oído que analiza y evalúa.
4. Predicar con el Influencia: esto significa la capacidad de renunciar al control desde la perspectiva de un tipo tradicional, y jerárquica de la dirección de empresas típica y en lugar de ello, inspirar a la autonomía y la propiedad de las metas compartidas con nuestros equipos. En términos personales, podríamos distinguir tres tipos de inteligencia:
A. Instinto. En la actualidad se cree que se hereda la inteligencia única de una especie en particular. Por ejemplo, un pájaro sabe cantar una canción determinada, y un perro sabe gruñir cuando está enojado. Los seres humanos sabemos por instinto mamar cuando somos bebés. Los niños (y adultos) somos instintivamente miedosos a las arañas y las serpientes, a menos que se nos haya enseñado otra cosa. Muchos adultos nos reconocemos nuestras reacciones cuando nos asustamos por una araña grande, seguido por la vergüenza, porque sabemos que la araña es inofensiva.
B. Inteligencia Intuitiva. La inteligencia intuitiva es la capacidad de aprender habilidades complejas y resolver problemas de manera inconsciente, por ejemplo, un niño que aprende a hablar sin tener que aprender las reglas de la gramática. Este tipo de inteligencia es especialmente potente en recoger los patrones en una situación aparentemente caótica. Cuando la respuesta correcta a un problema complejo viene a la cabeza pero no se puede averiguar cómo se le ocurrió a ella, es probablemente el producto de su intuición. Importante: La inteligencia intuitiva es mejor para resolver ciertos tipos de problemas complejos de nuestra conciencia.
C. Inteligencia sensorial. Según lo descrito por Jung, la inteligencia sensorial es nuestra capacidad de pensar lógicamente y de aprender nuevos hechos en nuestro mundo. Como los niños crecen, su capacidad para aprender intuitivamente parece disminuir a medida que su capacidad de pensar aumenta de forma metódica y lógica. En todo el mundo las personas tenemos los tres tipos de inteligencia. La inteligencia sensorial es lo que normalmente consideramos como la inteligencia, ya que es el pensamiento de conciencia, mientras que los otros dos tipos son más misteriosos y descontados posteriormente. La inteligencia intuitiva se utiliza para identificar relaciones y conceptos, mientras que la inteligencia sensorial para recordar detalles y el pensamiento lineal.
Y generalmente utilizamos la que nos han estimulado más a nivel familiar, entorno, formación y costumbres de aquellos lugares en donde hemos vivido y nos han influenciado. Te pregunto ¿Qué tipo de inteligencia necesitas para a entender las cosas más importantes de tu vida?

La psicología analítica de Carl JungLa psicología analítica de Carl Jung

La psicología analítica de Carl Jung

La psicología analítica de Carl Jung
La psicología analítica es la obra de Carl Gustav Jung y sus seguidores. También conocida como psicología de los complejos, el término aparece oficialmente en 1913 para designar una ampliación del psicoanálisis, razón por la cual se la tiene tanto por una escuela de psicoanálisis como por una tendencia de la psicología profunda, según la expresión de Bleuler para caracterizar a toda psicología que parta de la hipótesis de la existencia de una psique inconsciente. En este artículo de Psicología-Online, recogemos la teoría sobre la psicología analítica de Carl Gustav Jung.

Carl Gustav Jung: biografía resumida

Carl Gustav Jung (1875-1961) era un joven psiquiatra ya reconocido por la profesión cuando asumió la defensa de la obra de Freud, tanto en los foros psiquiátricos como en su propia obra, iniciada en 1902. En 1905 fue nombrado profesor libre de psiquiatría y dos años después conoció a Freud. Su estrecha colaboración se rompería en 1913 a instancias de Freud, para quien los desarrollos junguianos del psicoanálisis no resultaban acordes con su propia teoría.
Atrás quedarán los años en los que Jung fue el presidente de la Asociación Psicoanalítica Internacional desde su fundación en 1910 hasta el inicio de la primera Guerra Mundial. Una época en la que se constituye y alcanza una dimensión internacional (Europa y Estados Unidos) el movimiento psicoanalítico nacido en Viena alrededor de Freud a partir de 1900.
En 1930, fue nombrado vicepresidente honorario de la asociación alemana de Psicoterapia y tres años después fue profesor en la escuela politécnica de Zurich hasta 1942. Dejó la enseñanza debido a su edad avanzada y por motivos de salud. Carl Gustav Jung murió a los 85 años, en 1961, dejando un gran legado para la psicología y la corriente psicoanalítica.
La psicología analítica de Carl Jung - Carl Gustav Jung: biografía resumida

La psicología analítica de Carl Jung

Jung empieza su vida profesional en el centro psiquiátrico más importante del momento, la Clínica Universitaria Burgöhlzli, dirigida a la sazón por Eugen Bleuler, creador de la noción de esquizofrenia y un facilitador del psicoanálisis durante esos años. En la Clínica Jung se familiariza con la psiquiatría del momento tanto en su aspecto terapéutico como experimental e investigador.
De esa dedicación saldrán la primera lectura psicoanalítica de las psicosis, el dispositivo experimental del Test de Asociación de Palabras y la noción de complejo, además de varios estudios de psicoanálisis infantil y criminología psicoanalítica. En 1910 Jung se sumerge en la mitología y en 1912 presenta su idea de inconsciente colectivo, elabora una concepción energetista de la libido y en la clínica considera más importante el conflicto actual que el infantil. Tales modificaciones no fueron consideradas pertinentes por el psicoanálisis de entonces, como tampoco lo serían ninguna de las presentadas por los distintos autores que jalonan esa historia de cismas que es el psicoanálisis. Después de más de un siglo de psicoanálisis y sobredosis de psicoterapias, todo eso es agua pasada. Hay muchas síntesis que articulan parcial o totalmente diferentes puntos de vista en psicoanálisis, psicología y psiquiatría, dando lugar a múltiples abordajes al sufrimiento.

Teoría de la psicología analítica

La psicología analítica parte de la existencia de un inconsciente colectivo en la psique de cada individuo, de modo que la consciencia, ligada al yo, no sólo ha de vérselas con los contenidos propios de lo inconsciente personal, los complejos, personalizados en lo que Jung llama sombra, sino con todos los contenidos transpersonales que moran en nuestro interior, los arquetipos. La relación de este yo -un complejo entre los demás, pero dotado de consciencia- con lo inconsciente colectivo a lo largo de la biografía constituye el proceso de individuación, o autorrealización psíquica.
Este proceso, entendido como una articulación de opuestos psíquicos que se presenta en forma de conflictos, compensaciones y complementariedades, consiste en la diferenciación consciente por parte del individuo de dos grandes sistemas de opuestos: individual/colectivo y consciente/inconsciente. Dentro de éstos se incluyen externo/interno, antes/después, sí/no o cualquiera de los opuestos que la consciencia establece para configurar una realidad desde lo Real.
El proceso de individuación tiene la naturalidad del crecimiento y como tal sigue las fases de la vida desde la infancia a la senectud, con sus diversas características. En cada momento dominan distintos aspectos biológicos, sociales, arquetípicos que van sacando a la luz el carácter del individuo, su individualidad psíquica, que Jung llama sí-mismo, sujeto tanto de la conciencia como de lo inconsciente.
El despliegue del sí-mismo como articulación de arquetipos en el proceso de individuación es el objeto específico de la psicología analítica. La psicología analítica define una estructura de la psique y una energía que explica su dinámica. Esta energía es la libido, expresada en el interés que muestra el sujeto hacia sus diversos objetos. Conducida por ese interés, la consciencia se amplía y diferencia. La libido sigue las leyes de la energía en cuanto se produce gracias a un gradiente de potencial -el conflicto psíquico-, se conserva en los procesos de comprensión y se degrada en sistemas cerrados. Presenta una dirección en el tiempo -progresión/regresión- y el espacio -extraversión/introversión. En cuanto a la estructura de la psique, en un primer momento Jung delimita los sistemas de la consciencia, lo inconsciente personal -que integra el preconsciente y lo inconsciente freudianos- e inconsciente colectivo. Más adelante la define según los arquetipos persona, sombra, ánima/animus y sí-mismo. La dialéctica entre persona (el arquetipo de lo social) y sombra permite la diferenciación del yo, que en la dialéctica con su contraparte sexual inconsciente (ánima en el varón, ánimus en la mujer) da fe del sí-mismo.
Éste, en contacto con lo Real a través del alma del mundo expresada en las sincronicidades, hace consciente el unus mundus, lo Real. La constitución y diferenciación de esas figuras ocupa el proceso de individuación, cuya consciencia relativa es la meta del análisis. Un análisis que consiste en procurar el diálogo entre consciente e inconsciente. Un instrumento específico para llevar adelante ese diálogo es la imaginación activa, basada en la función transcendente, que vincula consciente e inconsciente y permite la transformación psíquica. El otro método fundamental es la interpretación de los sueños, para la que Jung define un nivel objetivo y otro subjetivo, recomienda el estudio de las series de sueños y elabora un concepto de símbolo onírico coherente con la hipótesis de lo inconsciente colectivo. Con estas herramientas conceptuales Jung va creando una psicología, aunque su interés no es tanto elaborar un sistema cuanto ayudarse de una serie de conceptos e hipótesis para enfrentar las necesidades clínicas. Surge así su tipología en 1921.
Definiendo cuatro funciones psíquicas en oposición, pensar/sentir como actos judicativos y sensación/intuición como actos dados, considera cuatro tipos psicológicos ideales con una función dominante, con su opuesta infradesarrollada y las otras dos actuando de auxiliares. Según sea la actitud dominante extravertida o introvertida los cuatro tipos se doblan en ocho, constituyendo así una caracterología aproximada que permite orientarse en la clínica y explicar muchos de los conflictos interpersonales y elecciones de objeto. En una primera formulación, la psicoterapia consiste en atender a los movimientos y transformaciones de la libido, siguiendo sus procesos de investidura de los diversos objetos.
Estos objetos, imágenes en su inmediatez psíquica, pueden ser asociados a los diversos niveles de la psique. En el nivel de lo inconsciente personal forman parte de los complejos, en el de lo inconsciente colectivo, de los arquetipos. La investigación de los complejos remite a la historia personal, las experiencias vividas por el individuo. El estudio de los arquetipos remite sin embargo a la especie humana en su despliegue histórico. Estos dos niveles constituyen los aumentos de microscopio que la psicología analítica considera imprescindibles.
La psicología analítica de Carl Jung - La psicología analítica de Carl Jung

Libros y obra de Carl Jung

La obra de Jung se constituye a lo largo de sesenta años. Sus primeras publicaciones, las conferencias del club universitario Zofingia, datan de 1896-99, y de 1902 es su tesis de licenciatura Acerca de la psicología y patología de los llamados fenómenos ocultos. Puede verse una evolución y una complejidad creciente desde sus iniciales escritos psiquiátricos de la primera década del siglo XX a los últimos textos alquímicos a partir de 1944. Los libros fundamentales de este periplo son: La psicología de la demencia precoz (1907), Transformaciones y símbolos de la libido (1912), Tipos psicológicos (1921), Las relaciones entre el yo y lo inconsciente (1928), Psicología y alquimia (1944), La psicología de la transferencia(1946), Aion (1951), La interpretación de la naturaleza y la psique (1952), obra que reúne los estudios de Jung sobre la sincronicidad y un largo artículo de W. Pauli, y Mysterium coniunctionis (1955-56), además de una multitud de artículos especializados.
La psicología analítica no sólo es creación de Jung, también lo es de los discípulos y colegas que estuvieron cerca de él y de quienes posteriormente han ahondado en su perspectiva. Agrupados desde 1916 en los clubes psicológicos -el primero en Zúrich y poco después en Inglaterra (1922), la costa este norteamericana (1936) y, a partir de 1939, Alemania, Francia e Italia-, en 1948 se crea el Instituto C.G.Jung de Zúrich y en 1955 la Asociación Internacional de Psicología Analítica. En cuanto a la relación de Jung con otros estudiosos, tan importante para la profundización en los conocimientos necesarios para la elaboración de la psicología analítica, contó desde 1933 con los encuentros anuales Eranos. Los psicólogos analíticos han ido dejando una sugerente obra propia que amplía y modifica las concepciones de Jung. Para situar a estos autores se han propuesto varias clasificaciones.
La más generalizada se debe a Samuels, quien establece tres escuelas o paradigmas que orientan la clínica y la investigación: clásica, centrada en el sí-mismo, evolutiva, que atiende centralmente al proceso de individuación, y arquetipal, orientada más bien al juego de los arquetipos. Últimamente, este autor añade un cuarto grupo, que llama fundamentalista, cuya apelación lo dice todo. Pueden encontrarse confluencias de la psicología analítica con el psicoanálisis en todas sus escuelas, la psicología profunda y la psiquiatría existencial. En cuanto a sus influencias, se rastrean en las psicologías sistémica, humanista, evolutiva y transpersonal y, más allá del campo específico de la psicoterapia y la psicología, en el estudio de las artes plásticas, la literatura, la ciencia de las religiones, la antropología, la epistemología y la política.

Diferencias fundamentales entre Freud Y Jung

En el marco de esta teoría, Freud y Jung poseían una tipología bastante diferente, lo cual incidió en gran parte de su producción teórica. Jung tenía desarrollada, como función dominante, la intuición, mientras que en Freud primaba la sensación. Estas diferencias en la "ecuación personal" no parecen haberse valorado lo suficiente a la hora de estudiar las divergencias entre Freud y Jung. Los seguidores de uno y otro tendieron en las décadas pasadas, a resaltar las diferencias entre ambos.
Sin embargo, con el paso del tiempo, los seguidores de una y otra corriente han encontrado que no necesariamente se trata de teorías contradictorias (Thompson, 1979; Samuels, 1999) sino que, como se propone en este artículo, es posible analizar una buena parte de los planteamientos de Freud y Jung como provenientes de dos tipos diferentes de personalidad, condicionados por ópticas unilaterales. Pueden analizarse entonces como ejes extremos de un mismo espectro de posibilidades, y por tanto, como visiones complementarias. Algunas de estas polaridades se presentan a continuación.
La libido como energía neutra: A diferencia de los primeros planteamientos de Freud en los que entendió la libido como una energía psíquica de carácter sexual, la psicología analítica mantuvo desde el comienzo que se trataba de una fuerza vital neutra que, dependiendo de las circunstancias de cada ser humano, podía manifestarse de diferentes maneras, una de las cuales podía ser la sexual (Stevens, 1994). Una psicología de lo particular y de lo sano: Mientras que Freud planteaba un enfoque clínico centrado en lo patológico, Jung afirmaba que no era lógico derivar lo normal de lo patológico, sino que lo correcto era crear una psicología general del ser humano normal y tratar luego de comprender al enfermo a partir del sano.
En la misma línea de pensamiento, rechazaba la tendencia de los psicoterapeutas a tipificar y rotular los enfermos mentales pues estaba convencido que cada caso era diferente y único (Jung, 1935). De otra parte, recomendaba a los terapeutas no ocuparse solamente de evaluar lo que funcionaba de manera inadecuada en los pacientes, sino también determinar lo que funcionaba satisfactoriamente, con el fin de comenzar a trabajar desde allí (Jung, 1993; Fordham, 1966).

Un inconsciente creativo

Otra evidencia de la perspectiva optimista de Jung es que mientras que el inconsciente que concebía Freud tenía un cariz negativo, representado por todas las cosas reprimidas del individuo, el inconsciente era para Jung también una fuente positiva que podía generar grandes beneficios (Jung, 1992). Desde su óptica, el inconsciente a menudo se muestra como una fuente inacabable de creatividad que puede ser transmitida a la conciencia en forma de fuerzas de renovación y de transformación. Un ámbito transracional: Mientras que Freud se ceñía completamente al método científico basado en la racionalidad, Jung se interesaba por una psicología que excedía el lado racional del ser humano (Jaffé, 1992; Hochheimer, 1968).
Sentía un gran respeto por el método empírico y lo demostró varias veces, entre otros en sus experimentos de asociación de palabras (Jung, 2001); no obstante, siempre se negó a comprometerse con la falacia del cientificismo, pues consideraba que era una forma de negar la validez de todos los fenómenos no susceptibles de investigación científica (Stevens, 1994).
Por el contrario, siempre mantuvo su mente abierta a los elementos irracionales y acausales que la ciencia tiende a ignorar, pues consideraba que al dejarlos de lado, se sacrifican aspectos esenciales de la personalidad que impiden conocer al ser humano con todas sus paradojas. Principio finalista: Otro aspecto que denota la mirada opuesta de los dos autores es el énfasis puesto por Freud en el principio de causalidad, en tanto que Jung insistía en el principio finalista y teleológico.
Es decir, consideraba que todas las actividades de la psique están dirigidas hacia una finalidad (Jung, 1992). Esto incide en los aportes hechos por Jung al campo de la psicoterapia, ya que algunas de tales contribuciones consisten en preguntarse no solamente por las causas de los fenómenos psíquicos, sino complementar esta mirada con el interrogante sobre el propósito que persiguen. Las anteriores son algunas de las principales posiciones contrarias que tenían Freud y Jung, y ayudan a entender los principales fundamentos de la psicología analítica: la autorregulación de la psique, el modelo de estructura de la psique, el inconsciente personal, los complejos, el inconsciente colectivo y los arquetipos. Principios generales de la psicología analítica 1.

Los opuestos y la autorregulación de la psique

Según la teoría junguiana, para comprender la realidad del mundo, la psique entiende todas las formas de vida como una lucha entre fuerzas antagónicas que generan tensiones, las cuales, al resolverse, producen un desarrollo en el individuo (Progoff, 1967).
Jung estaba convencido, así mismo, que la psique es un sistema autorregulado que se esfuerza constantemente por mantener el equilibrio entre tendencias opuestas. De esta manera, cuando se produce una polaridad o unilateralidad en el reino consciente de un individuo, su inconsciente reacciona de inmediato en sueños, o fantasías, intentando corregir el desequilibrio que se está produciendo (Jung, 1992).

Frases célebres de Carl Jung

  • El zapato que le ajusta a un hombre le aprieta a otro; no hay receta para la vida que funcione en todos los casos.
  • La vida no vivida es una enfermedad de la que se puede morir.
  • Muéstreme un ser humano sano y yo lo curaré para usted.
  • Uno no se ilumina imaginando figuras de luz sino haciendo consciente la oscuridad.
  • Aquello a lo que te resistes, persiste.
  • El privilegio de una vida es convertirse en quien realmente eres.
  • No podemos cambiar nada sin antes comprender. La condena no libera, oprime.
  • El conocimiento descansa no solo sobre la verdad sino también sobre el error.
  • Donde existe el amor no hay deseo de poder y donde predomina el poder el amor es escaso. Uno es la sombra del otro.
  • El encuentro de dos personas es como el contacto de dos sustancias químicas: si hay alguna reacción, ambas se transforman.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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