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miércoles, 7 de octubre de 2020

Necesidades básicas del ser humano y su satisfacción a través de la cultura

 Necesidades básicas del ser humano y su satisfacción a través de la cultura 

por Giovanni G. Bassetto Fajardo 

PARTE 1 Necesidades humanas básicas 

Se ha creído tradicionalmente, que las necesidades humanas tienden a ser infinitas; que están constantemente cambiando; que varían de una cultura a otra, y que son diferentes en cada período histórico. Pero tales suposiciones son incorrectas, puesto que son producto de un error conceptual, que consiste en confundir las necesidades con los satisfactores de esas necesidades. 

Las necesidades humanas fundamentales son finitas, pocas y clasificables. Además las necesidades humanas fundamentales son las mismas en todas las culturas y en todos los períodos históricos. Lo que cambia, a través del tiempo y de las culturas, son la manera o los medios utilizados para la satisfacción de las necesidades. 

 Las necesidades fundamentales son: subsistencia (salud, alimentación, etc.), protección (sistemas de seguridad y prevención, vivienda, etc.), afecto (familia, amistades, privacidad, etc.) entendimiento (educación, comunicación, etc.), participación (derechos, responsabilidades, trabajo, etc.), ocio (juegos, espectáculos) creación (habilidades, destrezas), identidad (grupos de referencia, sexualidad, valores), libertad (igualdad de derechos). 

 Concebir las necesidades tan sólo como carencia implica restringir su espectro a lo puramente fisiológico, que es precisamente el ámbito en que una necesidad asume con mayor fuerza y claridad la sensación de "falta de algo". Sin embargo, en la medida en que las necesidades comprometen, motivan y movilizan a las personas, son también potencialidad y, más aún, pueden llegar a ser recursos. 

La necesidad de participar es potencial de participación, tal como la necesidad de afecto es potencial de afecto. Integrar la realización armónica de las necesidades humanas en el proceso de desarrollo, significa la oportunidad de que las personas puedan vivir ese desarrollo desde sus comienzos; dando origen así a un desarrollo sano, autodependiente y participativo, capaz de crear los fundamentos para un orden en el que se pueda conciliar el crecimiento económico, la solidaridad social, el crecimiento de las personas y la protección del ambiente. 

 Las necesidades humanas básicas referidas, deben constituirse en derechos inalienables del ser humano, ya que su posesión y práctica hacen a la dignidad del individuo y las comunidades. 

La satisfacción de estas necesidades implica un marco ambiental sano. La degradación del ambiente, provocada por los procesos de contaminación y "explotación" irracional de los recursos, atenta gravemente contra ellas. 

Actualmente y a nivel mundial, los modelos de desarrollo económico y tecnológico han provocado que millones de seres humanos no hayan tenido posibilidad de acceder a la satisfacción de estas necesidades básicas. 

 Pirámide de necesidades de Maslow. 


Es una teoría psicológica propuesta por Abraham Maslow en su trabajo de 1943 Una teoría sobre la motivación humana, posteriormente ampliada. Maslow formuló una jerarquía de las necesidades humanas y su teoría defiende que conforme se satisfacen las necesidades básicas, los seres humanos desarrollamos necesidades y deseos más elevados 

Teoría jerárquica de las necesidades de Maslow 

La jerarquía de necesidades de Maslow se describe a menudo como una pirámide que consta de 5 niveles: los cuatro primeros niveles pueden ser agrupados como necesidades de déficit (déficit needs); el nivel superior se le denomina necesidad del ser (being needs). «La diferencia estriba en que mientras las necesidades de déficit pueden ser satisfechas, las necesidades del ser son una fuerza impelente continua». La idea básica de esta jerarquía es que las necesidades más altas ocupan nuestra atención sólo una vez que se han satisfecho necesidades inferiores en la pirámide. Las fuerzas de crecimiento dan lugar a un movimiento hacia arriba en la jerarquía, mientras que las fuerzas regresivas empujan las necesidades prepotentes hacia abajo en la jerarquia. En términos de economía se usaba mucho este método de jerarquización, hasta que se simplificó en una sola "felicidad". 

Según la pirámide de Maslow dispondríamos de: 

 Necesidades fisiológicas básicas 

Son necesidades fisiológicas básicas para mantener la homeostasis (referido a la salud del individuo), dentro de estas se incluyen: 

• Necesidad de beber agua. 

• Necesidad de alimentación. 

• Necesidad de dormir. 

• Necesidad de eliminar los desechos. Necesidades de seguridad Surgen de la necesidad de que la persona se sienta segura y protegida. 

Dentro de ellas se encuentran: 

• Seguridad física. 

• Seguridad de empleo. 

• Seguridad de ingresos y recursos. 

De pertenencia y afecto 

Están relacionadas con el desarrollo afectivo del individuo, son las necesidades de asociación, participación y aceptación. En el grupo de trabajo, entre estas se encuentran: la amistad, el afecto y el amor. Se satisfacen mediante las funciones de servicios y prestaciones que incluyen actividades deportivas, culturales y recreativas. El ser humano por naturaleza siente la necesidad de relacionarse, de agruparse; en familia o con amigos o formalmente en las organizaciones. 

Estima o reconocimiento 

En ocasiones las empresas no toman muy en serio este punto, ya que sólo se enfocan en la remuneración económica y se olvidan que las personas también tienen sentimientos. Esto no sólo afecta benéficamente al individuo, sino a toda su familia. Un ejemplo bien claro es cuando un padre de familia asiste a la firma de boleta de su pequeño y al término de ésta la maestra se acerca al padre de familia y felicita al niño por su gran desempeño; no sólo se siente bien el niño sino toda su familia, por que se refleja el esfuerzo de cada uno de los miembros y por ende el niño tendrá una motivación que lo invitará a seguir esforzándose. Autorrealización Son las más elevadas, se hallan en la cima de la jerarquía, a través de su satisfacción personal, encuentran un sentido a la vida mediante el desarrollo de su potencial en una actividad. Se llega a esta cuando todos los niveles anteriores han sido alcanzados y completados. 

 EL SER HUMANO, LA SALUD Y SOCIEDAD CONDICIONES DE VIDA: FACTORES SOCIO-SANITARIAS, EMPLEO, EDUCACIÓN, RECREACIÓN 

Algunas consideraciones generales en torno al proceso de salud-enfermedad. 

Iniciamos esta exposición desde la óptica de la epidemiología que como rama técnica auxiliar de la medicina, permite proponer hipótesis acerca de la ocurrencia de las enfermedades en grupos poblacionales. 

 La epidemiología, según Ahlbom y Norell (1993), se define como ``la ciencia que estudia la frecuencia de las enfermedades en las poblaciones humanas´´(p.1). De esta forma los epidemiólogos no contemplan la enfermedad integralmente, sino que describen tan sólo la ocurrencia de ésta, su clasificación, sus factores de riesgo y su descripción por métodos estadísticos, así como su relación que tiene con otras ramas; de la medicina como la medicina preventiva o la salud pública. Es decir, que establece cómo se genera y distribuye la enfermedad (morbilidad), la muerte (mortalidad) y el estar sano (sanidad) de los individuos a través del esquema causal. 

Para subsanar el problema de que la epidemiología médica ``clásica´´ o tradicional no ha abordado el proceso de salud-enfermedad colectivo desde la perspectiva de las ciencias sociales, Laurell (1977), incursionó en este terreno a través de las propuestas de la epidemiología social. Al respecto, Laurell comentó: ``mi proposición de considerar la enfermedad como un fenómeno colectivo significa, entonces, que es un hecho social y que debe ser manejado como tal tanto en términos teóricos como metodológicos. Esto sugiere que el concepto de la salud-enfermedad colectiva no es reductible al fenómeno biológico individual, aunque es la expresión concreta del primero´´ (pág. 80). Esta visión nos ha permitido considerar a la enfermedad como un fenómeno social y por lo tanto colectivo, sin embargo, la intención no es conocer si a cada fenómeno social le corresponde una enfermedad, sino determinar los procesos históricos de las sociedades, particularmente los sociales lleven a la generación de enfermedades. 

 Desde una perspectiva similar, López y Blanco (1994), partiendo de la tesis de modelos de salud-enfermedad (SE) desde lo social, identifican el doble componente social-biológico que conforma las condiciones de SE de las poblaciones. El papel fundamental que los procesos sociales juegan en la determinación y la multicausalidad jerarquizada que opera en su generación del proceso de salud-enfermedad colectivo es abordado en sus recientes trabajos donde se especifican las diferencias entre un modelo y otro, y se ubican en el reconocimiento de la especificidad en lo social, en la interpretación sobre las formas de operación y en los mecanismos de la determinación de lo social. Se especifica que los componentes sociales tienen la misma importancia en la generación de la enfermedad (inclusive que los etiopatogénicos) y, por ello, proponen en el estudio, que la determinación de la enfermedad no sólo sea a través de la identificación de factores causales naturales, ecológicos y sociales, sino que haya una reflexión complementaria de lo biológico y lo social. 

 Dentro de la misma corriente de pensamiento de la epidemiología social, Brehil y Granda (1985:45-64), consideran que el ``objeto de estudio de la epidemiología es la saludenfermedad como proceso particular de una sociedad´´, lo que significa que contrariamente a la corriente de la epidemiología clásica que considera a la enfermedad desde lo individual a lo social; los autores presentan a la epidemiología social como un proceso más incluyente que permite estudiar a los grupos sociales determinados y su relación con el proceso colectivo de salud, enfermedad y muerte. Breilh, un año después (1986), aborda la epidemiología con la construcción de una tesis bajo el método de análisis científico del materialismo histórico, considerando que ``el proceso de salud-enfermedad constituye una expresión particular del proceso general de la vida social´´. En su análisis utiliza la categoría de reproducción social, que se configura en un sistema de contradicciones dialécticas según cada clase se desenvuelve. Bajo el mismo tema, Possas (1989), aborda el problema del proceso de saludenfermedad desde la epidemiología social jerarquizando las determinaciones de forma coherente partiendo de los niveles de amplitud y subordinación entre las causas más generales y las más específicas, especificando que ``el complejo causal que incide en la determinación del proceso salud-enfermedad requiere del establecimiento de nexos jerarquizados de causalidad según los niveles de generalidad y especificidad de las causas identificadas y según su importancia relativa en la determinación de los fenómenos observados´´ (pág.190-191). 

Los conceptos analíticos de calidad y condición de vida vistos desde diferentes ciencias. En este apartado, se da una visión general de algunas consideraciones que al respecto de la calidad y condición de vida se tienen desde diferentes ciencias. Con el fin de tener una idea de estos conceptos, planteamos la pregunta de ¿Cuáles son los conceptos analíticos para determinar la salud-enfermedad colectiva que sean más adecuados para que, desde una perspectiva teórica nos permita construir un puente entre los procesos sociales y los procesos biológicos? 

 Resulta un reto definir los conceptos analíticos más útiles que correspondan a la especificidad del objeto de estudio, que es en este caso son los determinantes de la saludenfermedad. Cabe señalar que en el nivel más teórico general, los conceptos de calidad y condición de vida permiten derivar otros conceptos y categorías para explicar el proceso de salud-enfermedad colectiva. En la sociología, la psicología, la medicina y sus ciencias auxiliares como la epidemiología y la salud pública, o desde otras ciencias como la antropología, así como, la medicina social; existe la diferencia conceptual entre calidad y condición de vida, inclusive, cómo evaluar cada una. Las acepciones de: término, noción, concepto y categoría de calidad de vida, se mencionan indistintamente por varios autores desde 1960 aproximadamente, durante este periodo los científicos sociales han recolectado datos sobre los aspectos socioeconómicos, la educación y la vivienda como una alternativa para evaluar la calidad de vida. Algunos investigadores han sugerido que se debe realizar una diferenciación respecto a la calidad de vida relacionada con la salud, que tiene que ver con el valor de los aspectos mismos de la vida y que no son considerados habitualmente tales como: el ingreso, la libertad y la calidad del medio ambiente, entendiendo que éste concepto es una preocupación encaminada de los individuos por su enfermedad que padecen más que por la ausencia de su salud, es decir, se relaciona con un sentimiento de valor. 

Algunos autores que han abordado el tema se citan a manera de ejemplo: los psicólogos Day y Jankey (1996), han sugerido mediciones subjetivas para evaluar de forma individual la calidad de vida, a través de indicadores como la satisfacción individual respecto de la vida. 

Meeberg (1993), considera que generalmente la calidad de vida se ha relacionado con la interpretación subjetiva donde intervienen factores psíquicos y somáticos de los individuos, utiliza al menos cuatro conceptos para el análisis de la calidad de vida: a) sentimiento de satisfacción de la vida en general, b) capacidad mental para evaluar cada uno de nuestras satisfacciones, c) un estado ``aceptable´´ físico, mental, social y emocional como determinante de la salud del individuo y, d) una evaluación objetiva de otra persona que ha vivido condiciones similares. 

 El Dr. Leidy (1994), ha sugerido que el estado funcional óptimo, consiste en el entero dominio de las funciones vitales y lo define ``como un concepto multidimensional caracterizado por la capacidad de proveerse de las necesidades para la vida, esto es, lo que la gente reúne para sus necesidades básicas en el curso normal de su vida, que cumple con sus funciones y mantiene su salud y bienestar´´. 

El dominio de las funciones a las que Leidy hace referencia, no está solamente confinado al funcionamiento físico, incluye también el funcionamiento psicológico, social y espiritual. Sin embargo, la tendencia ha sido considerar el valor relativo de las funciones solamente en el plano físico. Evidencia de ello, es la utilización de la escala de Karnofsky diseñada en 1947, que evalúa o mide la habilidad personal para cumplir con las actividades de la vida diaria (AVD), como sería bañarse o alimentarse uno mismo. 

Esta escala contempla una gradación de 0 a 100. 

Para Leidy el estado funcional no es coincidente con el concepto de calidad de vida por dos razones. La primera, es que para evaluar tan sólo se utiliza la escala funcional de Karnofsky y segundo, porque siendo medido el estado funcional de forma objetiva no se consideran los aspectos subjetivos para su interpretación. Por otro lado, Ebrahim (1995) ha relacionado la salud con la calidad de vida. Definiendo la calidad de vida como: ``el valor asignado a la duración de la vida como modificación del estado funcional, percepciones y oportunidades sociales que han sido influenciadas por la enfermedad, daño, tratamiento o las políticas´´. 

 El estado de salud como ya es conocido, no solo es la ausencia de enfermedad, de hecho como Brown (1996) lo señala: ``la salud es con frecuencia citada como uno de los componentes más importantes que determina la calidad de vida de los individuos, pero también la calidad de vida determina la salud de estos´´. 

Así mismo, Kaplan y Anderson (1996) definen ``la salud como la ausencia de enfermedad y síntomas, y además relacionan la salud con la calidad de vida como el efecto de las condiciones de salud/enfermedad sobre las funciones´´. 

Padilla (1996), relaciona la salud con calidad de vida ``como determinante de la forma en la cual se dan los cambios en la salud, particularmente por enfermedades severas o crónicas, condiciones de co-morbilidad y tratamientos relacionados con afectación a las dimensiones de bienestar´´. Vista de esta manera, la concepción que se tiene de salud, no se puede reducir a la simple ausencia de la enfermedad y síntomas, siendo que para los individuos la salud/enfermedad es más que eso. Bowling (1995), observa esto y apunta además que depende inclusive de la cultura, la edad, el género, el nivel de educación y el estatus socioeconómico. 

Mount y Cohen (1995), definen a la salud como ``una sensación de la integridad personal o entereza, comprendida así como el dominio físico, mental-emocional y espiritual-existencial´´. En este sentido, no queda claro si la salud se subsume a la calidad de vida; o si ésta es determinante de la salud/enfermedad o más aún, si todas ellas son sinónimos. Lo que si queda claro es que cada investigador ha desarrollado su propia concepción de lo que es la calidad de vida relacionada con el fenómeno del proceso de saludenfermedad. Los organismos internacionales para la salud como la Organización Panamericana de la Salud (OPS,1994), ha propuesto que para evaluar las condiciones de vida, por ejemplo, tan sólo se requiere de dos factores: los recursos económicos disponibles y el grado de acceso al desarrollo social. 

Este último, construido a partir del indicador global de accesibilidad al desarrollo social acumulado (IGADSA), y que no incluye la mortalidad y morbilidad. El IGADSA considera cinco variables: el acceso a servicios básicos de salud; el acceso a recursos económicos (representado en México por el salario mínimo); el acceso al sistema educativo (educación básica); el acceso a nutrientes (fundamentalmente para la subsistencia) y, el acceso a saneamiento básico elemental. 

Así el IGADSA pretende reflejar el grado de accesibilidad de la población a componentes básicos de mínimo nivel, para asegurar las condiciones de vida mínimas de subsistencia relacionados con la situación de salud. Así mismo, al realizar una comparación entre los países Latinoamericanos señala la OPS que las condiciones de vida de las poblaciones de cada país están correlacionadas con el nivel de desarrollo económico alcanzado, el cual se traduce en la magnitud de los recursos disponibles y establece también la correlación con el modelo de desarrollo que ha predominado en la región; el cual corresponde a una mayor o menor accesibilidad de la población a los recursos básicos para su salud y el bienestar. 

Con esto se infiere que las condiciones de vida están relacionadas con el nivel de desarrollo económico y con la accesibilidad al desarrollo social acumulado en el respectivo país (además de sus variables). Del modelo biomédico y el determinismo biológico hacia la Medicina Social, una breve consideración histórica Históricamente, después de Descartes, el modelo conocido como mecanicista, ha considerado al cuerpo humano como una máquina, la enfermedad como consecuencia de la avería de la máquina, y a la tarea del médico como la actividad reparadora de ésta máquina. La biología y la medicina han desarrollado íntimos vínculos científicos. Los avances científicos han permitido comprender cada día más el proceso de salud-enfermedad sobre todo en el aspecto biológico, sin embargo, ha persistido el enfoque reduccionista y mecanicista. 

 Los científicos que han contribuido al desarrollo de la medicina como Pasteur, Koch, Bernard entre otros más introdujeron nuevos conceptos, ideas y descubrimientos que dieron mayor énfasis a las teorías biológicas en la medicina, partiendo desde los niveles de la microbiología; la invención de los instrumentos de diagnóstico como el estetoscopio y el esfigmanómetro. El avance de la cirugía ha favorecido por otro lado el desplazamiento del médico del paciente, es decir, lo ha alejado de éste concentrándose en la enfermedad, en lugar de prestar mayor atención al proceso del mantenimiento de la salud. Amén de ésta situación, fue necesario considerar que la enfermedad no sólo tiene bases biológicas, sino que en ella influyen los factores del medio ambiente, así como los psicológicos y sociales para potenciarla o disminuirla. 

El surgimiento de la salud pública, ha permitido la disminución (hasta cierto punto) de las enfermedades infecciosas causantes de muchas muertes. 

Durante el siglo XIX se creía en la teoría de los gérmenes, ya que aceptaban que la enfermedad tenía su origen en la pobreza, la desnutrición y la falta de higiene; en realidad los científicos no estaban tan alejados de la verdad, pues en la actualidad se consideran estos factores como propiciatorios de la enfermedad o por lo menos como condicionantes para que ésta se presente, al respecto sabemos que además de éstos, que los factores sociales, económicos, políticos y culturales en general inciden en la salud de los pueblos. 

 Muy recientemente, Lewontin (1991), haciendo referencia a la ideología de la nueva derecha, el determinismo biológico manifiesta lo siguiente: "la ideología de la nueva derecha se ha desarrollado en Europa y Norteamérica en respuesta a las crisis social y económica de la década pasada". Sin embargo, la ideología de la nueva derecha hace hincapié en el individualismo, que es la prioridad del individuo sobre la colectividad, tiene sus raíces en una visión de la naturaleza humana. 

Según Hobbes la condición humana se deriva de la comprensión de la biología humana, que se enmarca en las posturas filosóficas siguientes: el reduccionismo, que es el conjunto de métodos y modos de explicación general del mundo de los objetos y de las sociedades humanas. En este sentido los reduccionistas intentan explicar las propiedades de conjuntos complejos en los términos de las unidades de que están compuestas estas moléculas o sociedades. 

El determinismo biológico, afirma que la naturaleza humana está determinada por nuestros genes, implicando que las causas de los fenómenos sociales se hallan en la biología como los actores individuales en una escena social, es más, la herencia genética, es siempre invocada como expresión de la inevitabilidad; lo que es biológico lo es por naturaleza y por lo tanto es demostrado por la ciencia como inmodificable. Un enunciado básico reduccionista y determinista biológico es que los fenómenos sociales son la suma de los comportamientos de los individuos. 

El determinismo biológico o biologisismo ha sido un poderoso medio para explicar las desigualdades de estatus, riqueza y poder que ahondan aún más la desigualdad en salud. Por su parte, Rosen (1986), refiere que en el siglo XIX los médicos alemanes ligados a las luchas populares, hicieron muchas propuestas para la explicación de la distribución y determinación de la enfermedad; la Medicina Social en ésa época planteaba que la salud del pueblo concierne a la sociedad entera, y que las condiciones económicas y sociales tienen un importante efecto sobre la salud y la enfermedad, por lo que esas relaciones deben ser investigadas. 

Las ideas de Virchow, por ejemplo, fueron retomadas por la Medicina Social Latinoamericana considerando y reconociendo que existe una estrecha relación entre los problemas de pobreza y la enfermedad; así nació un movimiento político social que propone modificar las condiciones de salud de los individuos resolviendo los fenómenos de la desigualdad social. 

 Hoy día la Medicina Social (MS) se presenta como una corriente de pensamiento alternativa que estructura un método distinto al de las ciencias biológicas o del modelo biomédico para el estudio del proceso de salud-enfermedad colectivo, ya que se plantean teorías diferentes a la salud pública o a la epidemiología. 

El carácter específico de la MS radica en el reconocimiento de que la salud-enfermedad para su estudio, utiliza marcos analíticos de las ciencias sociales, interpretando a la sociedad y a su historia, es decir, deja claro que el enfoque interpretativo histórico-social es indispensable. 

La MS generalmente, pero no necesariamente, parte de los conceptos centrales del materialismo histórico para explicar el carácter social de la realidad sanitaria, reflexionando sobre los retos necesarios para la construcción de una sociedad más equitativa en materia de salud. Sin embargo, la MS no representa una contradicción absoluta ante las ciencias médicas; ya que la crítica, por ejemplo a la Salud Pública ha permitido a la Medicina Social definir claramente algunos objetos de estudio como los determinantes de la salud-enfermedad, el saber médico y la práctica médica; por lo que existe entonces, planteamientos alternativos o complementarios que explican el proceso de salud-enfermedad, sus determinantes y su distribución. 

Por otro lado, desde la epidemiología se ha consolidado la idea de la determinación social del proceso saludenfermedad y se ha mostrado la desigualdad de su distribución. 

 Para (Blanco,1994), la definición de calidad y la condición de vida de los grupos, colectividades o sociedades humanas y su relación con el estado de salud y enfermedad no son hechos recientes. El reconocimiento de esta relación desde la perspectiva de la Medicina Social explica Blanco, ``surge simultáneamente en varios países europeos a mediados del siglo XIX con un grupo de reformadores sociales, entre los que destacan los higienistas y promotores del movimiento de reforma médica´´. Por lo que, la MS ha jugado un papel hasta ahora incomprendido por los científicos biomédicos de "línea dura". Los conceptos analíticos de calidad y condición de vida y su relación con algunas categorías empleadas en la Medicina Social. 

 Es menester resaltar que la calidad y la condición de vida de los individuos son conceptos que por sí mismos no definen o determinan con precisión el proceso de saludenfermedad colectivo. Como se verá en los siguientes apartados, es necesario articularlos con otras categorías como la reproducción social, la clase social, la desigualdad y la pobreza que ayudan a entenderlos, y que permiten abordar los procesos de salud-enfermedad desde una visión que va más allá de la medicina positivista o biologisista. En el caso de la salud pública y la epidemiología, éstas pretenden explicar que determinadas condiciones y calidad de vida tienen por si mismas un peso sobre la salud o la enfermedad de las sociedades, así como, prestan apoyo para analizar algunas de las investigaciones realizadas en el campo de las ciencias sociales concretamente de la Medicina Social. 

 El problema de la satisfacción de las necesidades humanas, en último término lleva a una determinada calidad de vida. 

Blanco (1997), como define a la calidad de vida como: "el grado de satisfacción de necesidades básicas, bienestar o privación en un periodo de observación"; entendiéndose que el nivel de satisfacción de éstas necesidades va a permitir la estimación de la calidad de vida de la sociedad. 

La satisfacción de estas necesidades, desde la perspectiva del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), incluye el grado de nivel económico alcanzado por los países como factor preponderante. Sin embargo, la relación entre crecimiento económico y satisfacción de necesidades humanas es necesaria pero no suficiente. 

Se requiere de medidas adicionales y en consecuencia no es automático el impacto del desarrollo económico en la calidad de vida de toda la población (CELATS,1991). Estas medidas adicionales frecuentemente se usan para expresar las condiciones de vida definidas por la OPS (1994) como: ``las relaciones con el nivel de desarrollo económico y accesibilidad al desarrollo social acumulado en el respectivo país". 

Se incluyen además otras variables como el empleo, desempleo, subempleo, salario, gasto público, precios en los alimentos, accesos a los servicios básicos, tasas de natalidad y mortalidad, fecundidad, analfabetismo, ingreso per cápita, educación, salud, etc., y que en el presente trabajo no serán revisados. 

Lo anterior nos habla de que es condición necesaria que la magnitud de los recursos disponibles, sobre todo económicos, sean suficientes para la satisfacción de las necesidades de los individuos de una sociedad y que estas actúen como determinantes para un mayor acceso a los servicios de salud, de educación, de alimentación, de vivienda y desde luego a salarios o sueldos "decorosos". 

 En materia de la calidad y condición de vida es conveniente hacer referencia, a Brehil y Granda (1985), que abordan el proceso de salud-enfermedad visto bajo el criterio de la epidemiología al describirlo como: "la síntesis de un conjunto de determinaciones que operan en una sociedad concreta y que producen en los diferentes grupos la aparición de riesgos o potencialidades características, las cuales a su vez se manifiestan en la forma de perfiles o patrones de enfermedad o de salud". En segundo término, lo relacionan con la exposición de los procesos de riesgos: "que provocan la aparición de enfermedades y forma de muerte específicas". 

Para la condición de vida, la relacionan con el perfil de salud-enfermedad en tres dimensiones a saber: 

a) La dimensión estructural formada por los procesos de desarrollo de la capacidad productiva y las relaciones sociales que operan en el contexto donde ha aparecido un cierto problema epidemiológico. b) La dimensión particular formada por los procesos llamados de reproducción social y, 

d) La dimensión individual formada por los procesos que en última instancia llevan a enfermar o morir, o que por el contrario, sostienen la normalidad y desarrollo somáticos y psíquicos. 

 Es decir, por un lado dependiendo de la calidad de vida de los individuos serán los riesgos que lo lleven a la enfermedad e incluso a la muerte y, por otro lado, que la condición de vida se relaciona con las dimensiones de las capacidades desarrolladas por los individuos dentro de las relaciones sociales y productivas, determinando así un perfil específico de saludenfermedad. 

 Citando a Nunes (1986), propone que el análisis epidemiológico se analice en conjunto con "el proceso de salud-enfermedad y la sociedad, o sea que aborda el problema de las condiciones sociales bajo las que se produce, desarrolla y difunde el fenómeno salud- enfermedad". Esto lo lleva a cabo a través de dos categorías que expresan las formas de inserción socio-económica: condiciones de trabajo y condiciones de vida, que explican según la autora, la distribución de los diferentes riesgos de morbimortalidad de la población. 

Possas (1989), en este mismo sentido, precisa que las condiciones de vida están "relacionadas a la dimensión espacial de la ocupación del espacio urbano y rural, a la densidad poblacional en las periferias urbanas, a las condiciones de alimentación, habitación saneamiento, transporte y medio ambiente, entre otros". 

Así mismo hace referencia a la diferencia entre condiciones de vida que como se aprecia son relativas a las condiciones materiales para la subsistencia, y los estilos de vida son referidos a las formas sociales y culturalmente determinadas de vida. Ambas dimensiones son condiciones de existencia que caracterizan el modo de vida que es la categoría más general que abarca las condiciones básicas de subsistencia y aspectos de comportamiento de la naturaleza socio-cultural de los individuos. En este sentido resulta interesante que los autores citados, articulan las condiciones de vida, estilos de vida, modo de vida y condiciones de existencia como un todo, pero no delimitan o precisan cómo cada una de ellas influye en el proceso de salud-enfermedad colectivo dentro del análisis epidemiológico que hacen referencia. 

 Pasamos en los siguientes apartados a describir las categorías más empleadas en Medicina Social para el análisis de las condiciones y calidad de vida. 

La reproducción social 

 La categoría de reproducción social es una de las más utilizadas para explicar la calidad y la condición de vida de los individuos dentro de una sociedad. Blanco (1997), partiendo desde un nivel teórico general, menciona que "la calidad de vida se refiere a las condiciones objetivas y subjetivas en que se realiza la reproducción social de los grup....

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