CONSTRUCCIONISMO SOCIAL
APORTES PARA EL DEBATE Y LA PRÁCTICA
KENNETH GERGEN
COMPILADORAS
ÁNGELA MARÍA ESTRADA MESA
SILVIA DIAZGRANADOS FERRÁNS
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES - CESO
DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA
Contenido Prólogo..................................................................................... vii
Parte I: Problemas de construccionismo social...................................... 1
La psicología social como historia ........................................................ 3
Experimentación en psicología social: una revaluación...................... 27
Hacia una teoría generativa ................................................................. 59
La ciencia psicológica en el contexto posmoderno ............................. 93
Parte II: Hacia el discurso y la narrativa ............................................ 125
La agresión como discurso.................................................................. 127
La autonarración en la vida social....................................................... 153
Más allá de la narración en la negociación del significado terapéutico 189
Parte III: Sobre la práctica social ......................................................... 211
El construccionismo social y la práctica pedagógica .......................... 213
Investigación cualitativa: tensiones y transformaciones..................... 245
Las consecuencias culturales del discurso del déficit ......................... 281
Cuando las relaciones generan realidades: reconsideración de la comunicación terapéutica .....311
Hacia un vocabulario para el diálogo transformativo ......................... 331
Prólogo
Si tuviéramos que elegir una frase para caracterizar a Kenneth Gergen y
su trayectoria intelectual, ésta sería:
un ser humano que en forma cuidadosa y delicada ha nutrido la revolución de la segunda mitad del siglo XX en la psicología contemporánea, con la cual se consolidó una metateoría que erosiona las bases ontológicas del individualismo en esta disciplina social.
En efecto, tal metateoría, conocida como construccionismo social o socioconstruccionismo, asume simultáneamente las consecuencias de los principales presupuestos del giro pragmático, el postestructuralismo, la sociología del conocimiento y la perspectiva de género, entre otros, al tiempo que aporta directamente al desarrollo de campos como el estudio sociohistórico de las emociones humanas y el metanálisis de la comunicación; en el mismo sentido, al desarrollo de las prácticas de la terapia construccionista sistémica, así como las de la pedagogía colaborativa, entre otras.
Kenneth Gergen es Gil and Frank Mustin Professor of Psychology en Swarthmore College en Pensilvania, Estados Unidos, desde 1967.
Su itinerario intelectual comenzó al iniciarse la convulsionada década.
Pero no fue sino hasta la siguiente cuando tomó cuerpo su crítica frente a la psicología moderna, racionalista e individualista, que ya había protagonizado la revolución cognitiva.
Trabajos tales como “Social Psychology as History” (1973) y “Toward Generative Theory” (1978), aparecidos en el Journal of Personality and Social Psychology, son dos piezas clave del aparato crítico que Gergen planteó a la “psicología empírica” desde la Psicología Social, ámbito desde el cual desarrolló la metateoría construccionista de la psicología contemporánea.
Claves en la argumentación del carácter histórico y cultural de lo psíquico y de la ciencia social que lo estudia. Claves para apuntalar el desarrollo de un movimiento psicológico interesado en asumir críticamente el carácter de dispositivo cultural de la disciplina y su función política en la producción de ciertos modelos de sujeto y en la estigmatización y rechazo de otros.
Kenneth Gergen no estuvo solo en esta aventura de desarrollar un nuevo paradigma para la psicología y, en concreto, para la Psicología Social. Por el contrario, colegas suyos como Edward Sampson contribuyeron de manera sustantiva a la formulación de la propuesta.
De hecho, la concepción de individualismo autocontenido, formulada por este último, ya para 1988, en un artículo denominado “The debate on Indivualism” que fue publicado por American Psychologist ese año, es apropiada centralmente por Gergen en los textos que recoge esta antología que presentamos a los lectores de habla hispana.
El individualismo autocontenido constituye una categoría compleja que alude al modelo de individuo construido localmente en Estados Unidos y propuesto en la literatura científica como universal, cuyas características principales son su descentramiento moral y social del contexto y la atribución del control en el individuo más que en la interacción.
Contrasta radicalmente con otros modelos contemporáneos de individuo, pero no necesariamente occidentales (como el japonés, entre otros), para los que el sentido de identidad depende de la articulación de los sujetos a la dinámica de la interacción social.
Tal es el sentido general con el cual Gergen usará la noción de individualismo autocontenido en su obra.
Ya para 1980, el pensamiento de Gergen había tenido una amplia recepción en la academia inglesa dedicada al desarrollo de posturas críticas frente a la “psicología empírica”, así como en el ámbito más general de la Psicología Social europea, que desde la década de los años setenta había ganado una distintividad teórica y disciplinar.
En efecto, en 1985, Gergen hacía una presentación de la metateoría socioconstruccionista a la comunidad psicológica norteamericana en “The Social Constructionist Movement in Modern Psychology”1 , publicado por American Psychologist. Este trabajo, tal vez uno de los más citados de la primera etapa de su itinerario intelectual, expone de manera casi esquemática los principales supuestos del socioconstruccionismo y argumenta las razones de su denominación.
Diríamos que se trató de la presentación del paradigma construccionista a la comunidad académica norteamericana. Una nueva psicología que, reconociendo la existencia de otras psicologías, no tiene dentro de sus metas la unificación de esta disciplina.
un ser humano que en forma cuidadosa y delicada ha nutrido la revolución de la segunda mitad del siglo XX en la psicología contemporánea, con la cual se consolidó una metateoría que erosiona las bases ontológicas del individualismo en esta disciplina social.
En efecto, tal metateoría, conocida como construccionismo social o socioconstruccionismo, asume simultáneamente las consecuencias de los principales presupuestos del giro pragmático, el postestructuralismo, la sociología del conocimiento y la perspectiva de género, entre otros, al tiempo que aporta directamente al desarrollo de campos como el estudio sociohistórico de las emociones humanas y el metanálisis de la comunicación; en el mismo sentido, al desarrollo de las prácticas de la terapia construccionista sistémica, así como las de la pedagogía colaborativa, entre otras.
Kenneth Gergen es Gil and Frank Mustin Professor of Psychology en Swarthmore College en Pensilvania, Estados Unidos, desde 1967.
Su itinerario intelectual comenzó al iniciarse la convulsionada década.
Pero no fue sino hasta la siguiente cuando tomó cuerpo su crítica frente a la psicología moderna, racionalista e individualista, que ya había protagonizado la revolución cognitiva.
Trabajos tales como “Social Psychology as History” (1973) y “Toward Generative Theory” (1978), aparecidos en el Journal of Personality and Social Psychology, son dos piezas clave del aparato crítico que Gergen planteó a la “psicología empírica” desde la Psicología Social, ámbito desde el cual desarrolló la metateoría construccionista de la psicología contemporánea.
Claves en la argumentación del carácter histórico y cultural de lo psíquico y de la ciencia social que lo estudia. Claves para apuntalar el desarrollo de un movimiento psicológico interesado en asumir críticamente el carácter de dispositivo cultural de la disciplina y su función política en la producción de ciertos modelos de sujeto y en la estigmatización y rechazo de otros.
Kenneth Gergen no estuvo solo en esta aventura de desarrollar un nuevo paradigma para la psicología y, en concreto, para la Psicología Social. Por el contrario, colegas suyos como Edward Sampson contribuyeron de manera sustantiva a la formulación de la propuesta.
De hecho, la concepción de individualismo autocontenido, formulada por este último, ya para 1988, en un artículo denominado “The debate on Indivualism” que fue publicado por American Psychologist ese año, es apropiada centralmente por Gergen en los textos que recoge esta antología que presentamos a los lectores de habla hispana.
El individualismo autocontenido constituye una categoría compleja que alude al modelo de individuo construido localmente en Estados Unidos y propuesto en la literatura científica como universal, cuyas características principales son su descentramiento moral y social del contexto y la atribución del control en el individuo más que en la interacción.
Contrasta radicalmente con otros modelos contemporáneos de individuo, pero no necesariamente occidentales (como el japonés, entre otros), para los que el sentido de identidad depende de la articulación de los sujetos a la dinámica de la interacción social.
Tal es el sentido general con el cual Gergen usará la noción de individualismo autocontenido en su obra.
Ya para 1980, el pensamiento de Gergen había tenido una amplia recepción en la academia inglesa dedicada al desarrollo de posturas críticas frente a la “psicología empírica”, así como en el ámbito más general de la Psicología Social europea, que desde la década de los años setenta había ganado una distintividad teórica y disciplinar.
En efecto, en 1985, Gergen hacía una presentación de la metateoría socioconstruccionista a la comunidad psicológica norteamericana en “The Social Constructionist Movement in Modern Psychology”1 , publicado por American Psychologist. Este trabajo, tal vez uno de los más citados de la primera etapa de su itinerario intelectual, expone de manera casi esquemática los principales supuestos del socioconstruccionismo y argumenta las razones de su denominación.
Diríamos que se trató de la presentación del paradigma construccionista a la comunidad académica norteamericana. Una nueva psicología que, reconociendo la existencia de otras psicologías, no tiene dentro de sus metas la unificación de esta disciplina.
Hacia una integración de lo puro y lo aplicado
Existe un prejuicio muy difundido en contra de la investigación aplicada entre los psicólogos académicos, prejuicio que resulta evidente en el enfoque puro de la investigación en las revistas prestigiosas y en la dependencia de la promoción y ejercicio de las contribuciones a las investigaciones puras, por oposición a las aplicadas.
Existe un prejuicio muy difundido en contra de la investigación aplicada entre los psicólogos académicos, prejuicio que resulta evidente en el enfoque puro de la investigación en las revistas prestigiosas y en la dependencia de la promoción y ejercicio de las contribuciones a las investigaciones puras, por oposición a las aplicadas.
En parte, este prejuicio está basado en el supuesto
de que la investigación aplicada tiene un valor pasajero. Aunque se limita a
resolver problemas inmediatos, se considera que la investigación pura contribuye
al conocimiento básico y duradero.
Desde el punto de vista presente, tales
fundamentos del prejuicio no son merecidos.
El conocimiento que la investigación pura se concentra en establecer también es transitorio; las generalizaciones en el área de investigación pura generalmente no perduran.
El conocimiento que la investigación pura se concentra en establecer también es transitorio; las generalizaciones en el área de investigación pura generalmente no perduran.
En la medida en que las
18 Kenneth Gergen
generalizaciones de la investigación pura tienen una gran validez transhistórica,
éstas pueden estar reflejando procesos de interés o importancia secundario para
el funcionamiento de la sociedad.
Los psicólogos sociales están entrenados en el uso de herramientas de
análisis conceptual y metodología científica para explicar la interacción humana.
Sin embargo, dada la esterilidad de perfeccionar principios generales a través del
tiempo, estas herramientas parecerían más productivas si se usaran para resolver
problemas de importancia inmediata para la sociedad.
Lo cual no implica que tal investigación deba ser parroquial en sus alcances.
Lo cual no implica que tal investigación deba ser parroquial en sus alcances.
Una deficiencia importante de
gran parte de la investigación aplicada es que los términos usados para describir
y explicar son con frecuecia relativamente concretos y específicos para el caso a
la mano. Mientras que los actos comportamentales concretos estudiados por los
psicólogos académicos frecuentemente son más triviales, el lenguaje explicativo
es muy general y, por tanto, más heurístico. Por consiguiente, los argumentos
presentes sugieren una focalización intensiva de la atención en los problemas
sociales contemporáneos, basados en la aplicación de los métodos científicos y
herramientas conceptuales de amplia generalidad.
De la predicción a la sensibilización
Tradicionalmente, se considera que el propósito central de la psicología son la predicción y el control del comportamiento.
Tradicionalmente, se considera que el propósito central de la psicología son la predicción y el control del comportamiento.
Desde el punto de vista presente, este
propósito conduce a errores y proporciona poca justificación para la investigación.
Los principios del comportamiento humano pueden tener poco valor predictivo a través del tiempo, y su mismo reconocimiento puede volverlos impotentes como herramientas de control social.
Sin embargo, la predicción y el control no necesitan funcionar como piedras angulares del campo.
Los principios del comportamiento humano pueden tener poco valor predictivo a través del tiempo, y su mismo reconocimiento puede volverlos impotentes como herramientas de control social.
Sin embargo, la predicción y el control no necesitan funcionar como piedras angulares del campo.
La teoría psicológica puede cumplir
un papel excesivamente importante como dispositivo de sensibilización. Puede
iluminarnos acerca de un rango de factores que potencialmente influencian el
comportamiento bajo varias condiciones.
La investigación también puede proveer
un estimativo de la importancia de estos factores en un tiempo dado. Bien sea en
el dominio de las políticas públicas o de las relaciones personales, la psicología
social puede agudizar nuestra sensibilidad hacia influencias sutiles y precisar
los supuestos acerca del comportamiento que no han demostrado ser útiles en el
pasado.
Cuando se busca consejo en el psicólogo social en relación con el comportamiento
que resulta más probable en una situación concreta, la reacción típica
consiste en excusarse.
Debe explicarse que en el presente la especialidad no se...