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martes, 14 de mayo de 2019

El enfoque psicofísico

La psicología experimental nació con Fechner, fue amamantada por Weber, se crió con Helmholtz y Donders y echó a andar con Wundt. Hasta su jubilación en 1917, Wundt hizo el papel de padre de facto de la "nueva" psicología. Estudiantes de todo el mundo, especialmente desde los Estados Unidos, viajaron a Leipzig a aprender la técnica experimental y retornaron a sus instituciones de origen imbuidos del espíritu de la psicología científica.

Decía Thordike (1918), "si alguna cosa existe, ella existe en cierta cantidad y puede ser medida”. Delimitar la intensidad de una sensación, como por ejemplo el dolor, es el primer paso para estudiar científicamente el grado en que un tratamiento ayuda a aliviarlo. La Ciencia empieza donde comienza la posibilidad de medir el objeto de estudio de forma estable y consistente. Esto es, se hace Ciencia cuando un fenómeno se puede medir o cuantificar. La cuestión capital es, puesto que las sensaciones son subjetivas, ¿se pueden medir las sensaciones, en particular, y las funciones del psiquismo en general?

La psicofísica es una rama de la psicología experimental, cuyo objetivo consiste en estudiar las relaciones entre lo físico y lo psíquico, es decir, entre lo objetivo y lo subjetivo, esto es, entre diversas intensidades del estímulo aplicadas a una persona, medida en unidades físicas, y las sensación que le provocan. La psicofísica tuvo el mérito de introducir la medición rigurosa y consistente en Psicología y, gracias a ello, el acceso de esta disciplina a las Ciencias Experimentales.

Los métodos psicofísicos permiten averiguar los límites de la sensorialidad, es decir, el umbral absoluto o umbral de conciencia y el umbral relativo o umbral diferencial de cada propiedad que somos capaces de percibir. Además, mediante el uso de los métodos psicofísicos, obtenemos información de dos  importantes propiedades de los mecanismos sensoriales, a saber, la fidelidad o exactitud y la sensibilidad o precisión. Finalmente, los métodos de la psicofísica han permitido diferenciar dos componentes en la respuesta de los sujetos ante estimulación física: la componente sensorial o discriminabilidad de la señal (estímulo) y la componente cognitiva o criterio de decisión para la respuesta.

El estudio de la percepción se ha abordado desde un doble enfoque. Uno que parte de la captación del estímulo físico (distal) por las células fotorreceptoras de la retina y, a partir de estos datos sensoriales trata de interpretar, dar significado, reconocer, identificar, etc., lo que hay en el mundo exterior. Así planteada, la percepción consiste en resolver un problema de internalización, de “fuera hacia adentro” (forward problem). En otras palabras, desde el enfoque de la neurofisiología sensorial se trata de explicar cómo, mediante qué procesos y patrones de actividad neural damos significado al contenido de la imagen real que capta instantáneas del mundo. Así, “metemos el mundo dentro del cerebro”,  es decir, formamos representaciones mentales de lo que hay ahí fuera. Alternativamente, desde el enfoque psicofísico algunos investigadores (por ejem., Pizlo, 2001) intentan explicar las relaciones entre la experiencia perceptiva (sensaciones y percepciones) y la energía física que las provoca (lo que hay ahí fuera, en el mundo exterior). Es decir, se concibe como un proceso de externalización, estableciendo una correspondencia psico-física. Este es un enfoque del estudio de la percepción como problema inverso (reverse-problem), ya que el proceso trata de relacionar el correlato neural de la sensación, subjetivamente valorado por el perceptor con la intensidad de la energía física del estimulo. 

FIGURA 3. Ilustración que sugiere los dos abordajes del estudio de la percepción.

Los métodos psicofísicos constituyen un tipo de investigación preciso, que permite cuantificar cuatro tipos básicos de comportamientos perceptivos: la detección (ser consciente de su presencia), la discriminación (diferenciar unas propiedades estimulares de otras), el reconocimiento (familiaridad con el estimulo) y la estimación (asignar valores numéricos a la intensidad de estimulación presentada). Las personas difieren  unas de otras en cuanto a sensibilidad para detectar, discriminar, etc. Y para medir la sensibilidad (sensaciones subjetivas) la psicofísica propone el uso de escalas, cuyos límites (superior e inferior) vienen determinados por los umbrales.
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