Terapia catártica
Sirvió de
punto de partida al psicoanálisis freudiano
Introducida por Breuer, la
terapia catártica sirvió de punto de partida al psicoanálisis freudiano, como
parte del proceso de hipnosis, que hacían emerger en el paciente impulsos e
ideas reprimidas por su consciencia, que se manifestaban de forma intensa en
este estado. Ambos doctores concedían a este proceso eficacia terapéutica pero,
al parecer, en la mayoría de los casos el origen del problema del paciente no
se encontraba en una única experiencia traumática y los síntomas no
desaparecían de forma espontánea.
La evolución del psicoanálisis desvinculó el proceso hipnótico y convirtió la catarsis en parte de la terapia psicoanalítica. La catarsis emocional permite a quien la experimenta descargar la energía que generan nuestras emociones reprimidas. Es, por tanto, un proceso liberador, ligado a la necesidad de aliviar conflictos inconscientes.La catarsis conduce a un cambio
Acepciones modernas
La palabra catarsis tiene otra
acepción, adaptada al lenguaje cotidiano, referida a la experimentación de un
momento emocional intenso, que normalmente conduce a la liberación o a un
cambio positivo en la vida de una persona. Se hace referencia a este término
cuando se habla de no reprimir emociones intensas y se produce un episodio
liberador. Muchas personas sienten que van a explotar si no encuentran una
forma de soltar las emociones reprimidas.
También se utiliza en ocasiones para referir lo que se siente durante algún evento traumático o estresante, como el fallecimiento de un ser querido, un accidente o un problema de salud.
La catarsis es una vía de
escape, un proceso que, de ser necesario, puede resultar muy útil. Aunque
también es posible no llegar a ese extremo, por ejemplo, admitiendo las
emociones desde el momento en el que aparecen, considerando que forman parte de
un proceso de crecimiento. Exteriorizarlas y vivirlas para librarse de ellas,
en lugar de reprimirlas. Dejar que crezcan en el interior podría ser una mala
idea, porque nos pueden causar más dolor y llevarnos a un proceso estresante
que porta presión.
En cambio, las expresiones de
emoción controladas pueden ser terapéuticas. Pero, para llegar a ello, es
necesario comprender que no pasa nada por expresar cómo nos sentimos, por ser y
mostrarnos vulnerables y, hoy en día estamos poco acostumbrados a expresar
sentimientos.
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